Natxo González se despidió del Deportivo y el deportivismo con la elegancia que ha caracterizado su estancia en A Coruña: «Hace diez meses cogí las maletas con mi familia. Como siempre, llenas de ilusión hacia un proyecto y hacia un reto de riesgo, porque tenía riesgo, pero era motivante porque creo que era un paso en mi trayectoria. Y bueno, me emocionaba. Para esto hay alguien que te tiene que dar la posibilidad y por eso estaré eternamente agradecido a Carmelo del Pozo y también al club y a Tino Fernández por su consentimiento».
El técnico tuvo buenas palabras para todos los trabajadores de Abegondo antes de asegurar que se marcha sin poder hacerse reproches: «Me voy tranquilo. Incluso diría que contento con el aprendizaje de este año. He aprendido muchas cosas que me servirán para el futuro. No me voy decepcionado ni frustrado. No se puede decir que no haya conseguido el objetivo porque no hemos llegado al final. No sé que hubiera pasado, pero el equipo está a tiempo de todo. Si estoy fuera es por lo que ha transmitido el equipo en las últimas jornadas, tocando fondo el sábado. Le dije a Carmelo que estaba con fuerza y tenía capacidad para enderezar esto, pero hay cosas que no puedo controlar. Seguro que he tomado malas decisiones, pero al final me voy satisfecho con las que he podido tomar en lo controlable. En lo incontrolable no he podido hacer nada y quizá es la única cosa que me queda ahí».
No se olvidó de los seguidores, dejando una reflexión interesante sobre la responsabilidad de los jugadores: «A la afición le agradezco el respeto. Creo que es lo más importante en los clubs. Sé que es un momento delicado porque nosotros lo hemos provocado. Están sensibles por lo que están viviendo en los últimos tiempos, pero le diría que no dejen al equipo. Siempre ha mostrado buena actitud. El otro día se cantaba que el escudo se respeta. Que no se dude de eso. Precisamente el respeto al escudo está haciendo un poco de mella. Es lo contrario. Esa responsabilidad porque llevas un escudo con una gran historia y una necesidad tan imperiosa… esa obligación muchas veces te puede sobrepasar y creo que nos ha sobrepasado. Y si en algún momento se ha podido malinterpretar algo de lo que he dicho, ya lo he corregido. Jamás voy a ser tan cortito como para buscarme problemas con la afición. Es lo más importante».
Como ya ha hecho en más ocasiones, Natxo incluso tuvo tiempo para bromear: «Le dije a Carmelo que se equivocaba echándome porque me tocaba ascender. En mi trayectoria, cada tres años, ascenso. Así que lo siento, habéis perdido una gran oportunidad. No sé qué pasará, pero esa bala ya está perdida». Ya en serio, reconoció que hubiese preferido un poco más de calma por parte del club, aunque entiende la medida: «¿Qué voy a decir yo? Me hubiera gustado más paciencia. Al final uno se ve capaz y con fuerzas. Insisto, sabiendo que la situación es complicada. Pero son decisiones que se tienen que tomar y que bajo ningún concepto se entienda como un reproche».