La Segunda B es una categoría llena de talentos ocultos. Jugadores que han dado un paso atrás para coger impulso en el fútbol profesional, veteranos con muchas horas de vuelo o jóvenes que están al borde de la explosión como futbolistas de élite. En Riazor.org queremos poner el foco en estos protagonistas que trabajan en la sombra tratando de llegar a lo más alto y por eso estrenamos nueva sección. En Ojo con… cada semana os traeremos un análisis en profundidad de uno de los jugadores más importantes del rival del Deportivo. En este caso, de Carlos Ramos, mediapunta del Zamora.
Para ello contamos con la colaboración de un profesional. Fiz Rodríguez, entrenador con licencia UEFA Pro y experiencia en Tercera División y Preferente, es actualmente analista de la SD Compostela en el cuerpo técnico de Yago Iglesias.
¿Quién es Carlos Ramos?
Carlos Ramos (Zamora, 1994) regresó hace dos temporadas y media al equipo de su ciudad después de salir muy joven para acabar de formarse en la cantera del Atlético de Madrid, en el que llegó a debutar en Copa del Rey. Tiene experiencia en la categoría en equipos como el Guijuelo, el Burgos y el Pontevedra. El año pasado fue pieza clave en el ascenso a Segunda B.
Llegada de segunda línea y gran golpeo de media distancia
Se trata de un centrocampista diestro que se maneja muy bien en la zona de tres cuartos de campo. Muestra una gran capacidad para moverse entre líneas y su calidad individual le permite desenvolverse en espacios cortos. Presume además de buena llegada al área y, como toda España ha podido comprobar esta semana en el partido de Copa ante el Villarreal, un gran golpeo desde media y larga distancia.
@RMarcaLeon no se si ha veis visto el golazo que marcó ayer Carlos Ramos para mi Zamora, si no es así, aquí os lo dejo 💪🏻💪🏻💪🏻 pic.twitter.com/wSqBmom4Vy
— Patricia 🦁👸🏼⚽ (@Patri_cienta) January 6, 2021
Carlos Ramos, la guinda al buen bloque del Zamora
Ramos es uno de los jugadores más importantes en un equipo que destaca por el colectivo. Ha mantenido al entrenador y prácticamente el mismo bloque que logró el ascenso, pero el talentoso mediapunta da ese toque diferencial desde el enganche del 4-4-2 en rombo que suele utilizar David Movilla.
Es clave en el juego ofensivo, tanto en las transiciones, permitiendo a su equipo avanzar con el balón controlado, como en el juego posicional, apareciendo siempre bien colocado a la espalda de los mediocentros. Tiene buen instinto para llegar al área en el momento justo de la jugada y es una amenaza constante desde la frontal por su potente disparo. Precisamente ese golpeo también lo hace fundamental en el balón parado.
Pero Carlos Ramos no es uno de esos mediapuntas que se desentiende del juego cuando su equipo no tiene la pelota. Se activa de inmediato en la presión tras pérdida y es el encargado de saltar acompañando a los dos delanteros, normalmente emparejándose con el pivote rival. Es agresivo y solidario, una pieza más de un engranaje con buen funcionamiento.