La Segunda B es una categoría llena de talentos ocultos. Jugadores que han dado un paso atrás para coger impulso en el fútbol profesional, veteranos con muchas horas de vuelo o jóvenes que están al borde de la explosión como futbolistas de élite. En Riazor.org queremos poner el foco en estos protagonistas que trabajan en la sombra tratando de llegar a lo más alto y por eso estrenamos nueva sección. En Ojo con… cada semana os traeremos un análisis en profundidad de uno de los jugadores más importantes del Deportivo. En este caso, de Mateo Míguez, mediapunta del Coruxo.
Para ello contamos con la colaboración de un profesional. Fiz Rodríguez, entrenador con licencia UEFA Pro y experiencia en Tercera División y Preferente, es actualmente analista de la SD Compostela en el cuerpo técnico de Yago Iglesias.
¿Quién es Mateo Míguez?
Mateo Míguez (Redondela, 1987) se formó en la cantera del Celta y forma parte de la generación que encabeza Iago Aspas. Llegó a debutar con el primer equipo de la mano de Eusebio Sacristán en Segunda División. Desde entonces se ha convertido en un clásico de Segunda B, categoría en la que disputa actualmente su 14ª temporada. Celta B, Ponferradina, Guadalajara y Coruxo, con una aventura en el fútbol finlandés, componen una trayectoria que suma casi 300 partidos en la categoría de bronce.

Mateo ha arrancado su séptima temporada en el conjunto de O Vao, donde ya es toda una institución. Actualmente está entre los 10 jugadores con más partidos de la historia del club vigués.
Talento y último pase en todo el frente de ataque
Mateo Míguez se adapta perfectamente al molde del mediapunta moderno. Con todas las capacidades para actuar como enganche por detrás del delantero, pero cuyo talento le permite influir en los partidos también desde cualquiera de los dos costados. Es zurdo y suele brillar más cuando cae a la banda derecha, desde donde parte con conducciones hacia dentro que finaliza él mismo o terminan con un último pase para el que tiene una visión notable.
Mateo Míguez y su sociedad con Antón de Vicente
Mateo Míguez es vital en la fase ofensiva del Coruxo. Suele partir de posiciones interiores, pero siempre con tendencia a caer a la banda derecha, donde amenaza tanto de forma individual como en combinaciones. Especialmente productiva es su sociedad con Antón de Vicente, ya consolidado en el lateral diestro, para el que suele dejar libre el carril formando una banda de gran calidad.

Pero también tiene libertad para moverse por el centro, buscar el espacio entre líneas e incluso bajar a recibir para ayudar en la fase de creación. Su importancia también es alta en la transición ofensiva, siendo capaz de asegurar la posesión tras el primer pase en el que el cuadro vigués suele buscar a sus puntas. Resuelve tanto a través de la asociación, como de la conducción y la acción individual.
Su importancia es menor en fase defensiva. Sí participa en la presión tras pérdida, pero no se desgasta demasiado en el repliegue con el objetivo de estar fresco cuando el Coruxo pasa al ataque. Tiene más responsabilidad cuando juega en la banda, pero no es uno de sus puntos fuertes.