El Deportivo ya tiene atado al sustituto de Ryan Babel, tras la marcha del extremo holandés al Beşiktaş. Su heredero en la banda izquierda será su compatriota Ola John, de 24 años de edad. El club herculino acaba de anunciar la llegada del atacante a Coruña esta misma noche para someterse mañana viernes al preceptivo examen médico. Existe un acuerdo con el Benfica portugués para una cesión del futbolista hasta el próximo 30 de junio, que podría incluir una opción de compra. Es el primer fichaje cerrado por la dirección deportiva que lidera Richard Barral en el presente mercado de invierno, aunque se esperan nuevas contrataciones antes del próximo 31 de enero.
Ola John, nacido en Zwedru (Liberia) el 19 de mayo de 1992, emigró a Holanda siendo un bebé, junto a su madre y sus hermanos Collins y Paddy, ambos también futbolistas. Huían de la Guerra Civil liberiana, conflicto que se extendió durante más de siete años y en el que perdió la vida su padre. «La muerte de mi padre me sirvió como motivación. Vinimos a Europa sin nada y sabíamos que teníamos que trabajar duro. Fue muy difícil sin un padre, tuvimos que ser hombres desde jóvenes», ha explicado en alguna ocasión.
En los Países Bajos se formó en la cantera del Twente y se convirtió en una de las principales promesas del fútbol nacional. Fue frecuente su presencia en las categorías inferiores de la Oranje, disputando torneos como la Copa del Mundo sub17 de 2009 en Nigeria; y llamó la atención de clubs poderosos de toda Europa, al ser nominado para galardones individuales como el premio Golden Boy del año 2012.
En la 2011/12 asomó en primera división con el conjunto de Enschede, pero fue la siguiente la temporada de su explosión. En 33 encuentros de Eredivisie, John marcó 8 goles y repartió 16 asistencias, convirtiéndose en el tercer mejor futbolista del campeonato en este último apartado. Sus notables actuaciones ante el Benfica en la Champions League en esa misma campaña animaron a los lusos a desembolsar alrededor de 9 millones de euros por hacerse con sus servicios. En el Estádio da Luz, las expectativas sobre él eran muy elevadas.
No en vano, Ola había debutado como internacional absoluto en febrero de 2012; e incluso formó parte de la preconvocatoria del seleccionador Bert van Marwijk para la Eurocopa de ese verano. Finalmente no encontró hueco en la lista definitiva, pero con 20 años recién cumplidos su carrera parecía lista para despegar en el gran escaparate europeo. Sin embargo, el Benfica no fue el trampolín esperado. Cuatro campañas y media después del salto a Portugal, la evolución de John está poco menos que estancada.
En su primer año con las Águias, el extremo participó en 22 partidos ligueros, 15 de ellos como titular. A ellos sumó otros 12 en competiciones internacionales, Champions y Europa League, anotando un tanto en cada una de esas competiciones. Pero tras jugar tan sólo 161 minutos en la primera mitad de la 2013/14 salió cedido al Hamburgo alemán, con el que tampoco recuperó su mejor versión. 407 minutos fueron su discreto bagaje en la Bundesliga. En la 2014/15, de nuevo en Benfica, apareció en 35 encuentros (14 desde el inicio) y marcó 4 goles entre todos los torneos oficiales.
Apenas iniciada la 2015/16, Ola John volvió a ser cedido, esta vez al Reading de la segunda inglesa. No pasó de ser un suplente relativamente importante, aportando 4 dianas en 28 partidos de Championship, sólo 8 como titular. El pasado verano fue otro club de esa categoría, el Wolverhampton, el que reclamó su préstamo; pero el técnico escocés Paul Lambert no le ha tenido en cuenta. Jugó tres ratos entre septiembre y octubre y desde entonces se diluyó, eclipsado por la competencia. Dos ex del Dépor como Hélder Costa e Iván Cavaleiro han tenido muchas más oportunidades que él en los extremos, su demarcación natural.
Con muchas de las características clásicas del típico jugador de banda holandés, John buscará en Riazor la senda que perdió al salir de Holanda. A sus buenas condiciones físicas y su talento innato para el desborde deberá añadir trabajo táctico, orden y constancia si quiere asentarse en la elite europea. Padre de tres hijos a pesar de su corta edad, Ola es en cierto modo un futbolista a medio pulir, por lo que su puesta a punto será en ese sentido más complicada que la de su predecesor blanquiazul, Ryan Babel.