Pablo Marí llegó al Dépor siendo un desconocido para la afición blanquiazul. Titular indiscutible para Natxo González, el central valenciano repasa en esta extensa entrevista su adaptación al sistema de juego y recuerda su curioso debut en Primera División de la mano de Joaquín Caparrós con 17 años. Marí se ha adaptado fenomenal a la ciudad y al club y después de unos años llenos de cambios, busca la estabilidad en la ciudad herculina y ascender con el Dépor a Primera División.
Previa de partido en Riazor, sinónimo de buenas noticias este año.
La verdad es que estamos muy bien en casa, hemos sacado puntos en todos los partidos y mañana vamos a tener un encuentro muy complicado ante un rival que plantea un fútbol muy intenso. Creo que será un partido lleno de dificultades que tenemos que saber madurar y tener paciencia.
Un denominador común de los equipos de arriba este año es que en casa son muy fuertes.
En casa los equipos que están arriba están sumando mucho y son muy solventes. Por ello estoy convencido de que una de las claves este año para ascender va a ser sumar muchos puntos fuera de casa. Tenemos que empezar a conseguir victorias lejos de Riazor porque eso nos ayudará a ir muy bien.
¿Por qué crees que le está costando tanto al equipo ganar lejos de Riazor?
Nosotros tratamos de plantear igual los partidos pero no es lo mismo jugar en casa y con tu afición que hacerlo fuera. Los rivales plantean los partidos de manera diferente y aunque nosotros intentamos salir igual, a veces cuesta más.
De todas formas ha habido buenos partidos fuera de casa.
A raíz de Alcorcón creo que el equipo dio un salto y hemos evolucionado y logrado madurez en los partidos fuera de casa. En Las Palmas merecimos más y eso es buena noticia pero tenemos que seguir trabajando porque este es el camino.
A pesar de esos buenos resultados el equipo sigue fuera del ascenso directo.
Estamos a tres puntos del primero y eso quiere decir que estamos en la pelea y bien metidos. Lo más importante es crear una base para que cuando lleguen los momentos malos de una temporada no te influyan. Creo que tenemos un equipo muy sólido, humilde y con una plantilla larga en el que cualquiera da un nivel muy alto cuando salta al terreno de juego. Esa base es clave para pegar el arreón final en los últimos dos o tres meses.
¿Cómo pelea un futbolista contra esa relajación que puede ser innata cuando eres superior en Riazor?
Son momentos puntuales dentro de un partido. Puede ser cansancio o la ventaja que ves en el marcador. Debemos saber que en quince minutos se te puede escapar un partido. El rival no tiene nada que perder, se va para arriba y si no matas el partido se te puede complicar. Es algo que tenemos que mejorar y estamos trabajando en ello. Por ejemplo en Las Palmas metimos mucha presión en el tramo final de partido. Es algo que tenemos que mejorar como equipo y en el plano personal de cada uno.
¿Cómo te sientes en este sistema que ha implantado Natxo?
Creo que este sistema está funcionando porque Natxo tiene jugadores muy inteligentes. Hay futbolistas que han asimilado muy bien su rol y es un equipo que es capaz de amoldarse a las diferentes situaciones que presenta un partido. Tenemos todavía mucho que mejorar y hay momentos en los que nos cuesta ver determinadas situaciones pero para eso nos ayuda el entrenador. Natxo nos indicó el primer día que este era el sistema que iba a plantear y era un reto para muchos jugadores que nunca habíamos jugado así. Lo más importante es que creemos ciegamente en él y casi semana tras semana el Dépor domina los partidos.
Decía Natxo hace un par de meses que la línea que más fácil lo tenía en la adaptación a este sistema era la defensa.
Al final cuando van las cosas bien no sólo depende de nosotros. Creo que la defensa empezó muy bien desde el comienzo gracias al trabajo sucio que realizaban los compañeros de arriba. No es lo mismo que lleguen de una manera sencilla a que los rivales pisen área ya trastabillados. Esto no quiere decir que los delanteros estuvieran mal, esto es un engranaje y es cierto que el equipo ahora está muy bien y más engrasado pero esto es muy largo y hay que seguir.
¿Qué diferencias como defensa notas con otros sistemas?
Sobre todo veo que Natxo me pide mucha iniciativa y personalidad. Todo lo que puedas hacer por ti mismo y no dependa de los demás tienes que hacerlo. Hay cosas más específicas que me las tengo que guardar, pero ya te digo que lo primero y lo básico como defensa es evitar que te metan gol.
¿Por qué consideras que es un sistema para futbolistas inteligentes?
Porque los movimientos de los jugadores del centro del campo y de la delantera no son automatismos. Nuestros jugadores tienen que moverse según donde esté la pelota, el contrario y el compañero. Muchos sistemas son más analíticos, con dos líneas de cuatro y una de dos y los movimientos son mucho más reducidos. Con este sistema tienes mucho más campo y más movilidad. Debes elegir muy bien hacia donde te tienes que mover. Cada semana ves que estamos jugando mejor porque nuestros jugadores hacen muy bien esos movimientos. Por eso creo que el equipo está siendo inteligente en ese sentido y ha aceptado ese rol. Si en un movimiento nos tenemos que sacrificar cuarenta metros sin tocar el balón para que mi compañero reciba mejor, lo hacemos. Creo a otros equipos eso les cuesta mucho más.
¿Crees que todo eso se tuvo en cuenta a la hora de fichar jugadores esta temporada?
Sin duda. Creo que Carmelo ha hecho un gran trabajo y ha formado un equipo humilde, trabajador y con gente que sabe perfectamente a lo que viene. El trabajo de Carmelo está muy bien hecho y ahora nosotros tenemos que funcionar en el terreno de juego, pero eso ya no depende del director deportivo, depende de nosotros.
¿Esperabas un rol tan importante dentro de este equipo desde el principio?
Te cuesta imaginarlo. Está claro que vengo aquí a jugar y no a perder minutos o a desaprovechar el año de cesión que tengo. Quiero ganarme una posible recompra el año que viene y a darlo todo porque debemos devolver al Dépor al sitio que se merece.
Porque si nada se tuerce, y quitando la temporada de Holanda, puede ser el año que más partidos juegues.
Esto es muy largo y pueden aparecer lesiones, sanciones y mil cosas. Ahora mismo estoy jugando, tengo la confianza del entrenador y no quiero perderla porque un jugador que ahora es suplente puede terminar jugando veinte partidos como titular.
¿Sientes un poco de inestabilidad futbolística al tener que ir cambiando año tras año de equipo y ser propiedad del Manchester City?
Pues más que inestabilidad futbolística, lo llamaría inestabilidad personal. Me resulta más duro cambiar cada año de casa que de equipo. Al final si tienes la suerte de caer en buenos equipos trabajas a gusto y te sientes bien, pero en lo personal tienes que desplazar a la familia y ahora que soy padre me resulta más difícil. Me apetecería entrar en una época de más estabilidad pero eso depende de mi rendimiento en el campo y al final de temporada veremos.
¿Cumple el Dépor los parámetros de estabilidad que buscas?
Sin duda. Me encantaría quedarme aquí porque llevo cinco meses y estoy encantado. No hay nada que me disguste de Coruña y ojalá podamos devolver al equipo a Primera División. A partir de ahí Dépor y City tendrían que ponerse de acuerdo pero por mi parte estaría encantado.
Si nos sumergimos un poco en tu carrera vemos un debut en Primera División siendo muy joven.
Debuté con el Mallorca de Joaquín Caparrós en Primera con 17 años. No sé si lo recordarás pero me llevó convocado a un partido en Granada. En ese encuentro le dieron un paraguazo a un asistente y se suspendió a falta de treinta minutos. Un mes y medio después se jugó esa media hora y ahí debuté yo.
¿Cómo es debutar tan joven el Primera?
A esa edad no te das cuenta lo que supone ni valoras las cosas. Era un chaval y no lo supe aprovechar. Me arrepentiré toda la vida porque ahora me doy cuenta lo difícil que es llegar a Primera División y no aproveché esa oportunidad.
¿Comete uno muchos errores en ese momento?
Sin duda. He tenido que llegar a los 25 años para valorar las cosas y darme cuenta lo que tuve en ese momento. Hay gente que no se arrepiente nunca pero en mi caso sí. De todas formas creo que hasta cierto punto es normal equivocarte con esa edad y en cierto modo viene bien para luego encaminar tu vida según lo que quieres.
Viendo como has empezado la temporada resulta extraño que más allá de ese debut no hayas tenido antes la oportunidad de jugar en Primera.
Es la vida. Hay futbolistas que llegan antes y parto de la base que los jugadores que están en Primera es porque lo merecen, aunque es cierto que hay gente que ha tenido un camino más sencillo que otros para llegar ahí. A los que nos cuesta más sólo nos queda trabajar cada día más y la oportunidad acabará llegando. Lo más importante es estar preparado para ello y no soltarla cuando te la encuentres delante.
¿Cuándo uno es defensa está más tranquilo con Dani Giménez en la portería?
Lo estamos viendo cada semana. Tienes un baluarte detrás y sabes que si cometes un error está Dani. De todas formas con Ortolá también tenemos mucha seguridad, son dos grandes porteros. Ahora mismo está Dani y los defensas lo hablamos entre nosotros. Podemos ir a buscar a los delanteros porque sabemos que detrás de nosotros tenemos a Dani así que en ese sentido estamos muy tranquilos.
¿Qué siente un futbolista cuando un compañero como Ortolá que no tiene minutos cuelga en sus redes sociales la celebración vivida desde el banquillo del gol en Las Palmas?
No hace falta decir nada más. Es que eso ya habla del vestuario que tenemos. Ortolá es un compañero que hace grupo y aprieta mucho a pesar de no haber tenido minutos hasta ahora. Para mí el hecho de subir ese vídeo dice mucho sobre él.
Carlos Fernández. Se te ilumina la cara al oír su nombre.
Se me ilumina porque es muy buen chaval. No ha tenido suerte con las lesiones, lo ha pasado mal y se lo merece. Llegó de los últimos, con el equipo casi hecho y teniendo que aprovechar los minutos. Desde el primer día todos nos dimos cuenta de que era diferente. Por mi parte sólo puedo animarlo, darle la enhorabuena por la convocatoria con la sub-21 y que disfrute mucho.
Domingos Duarte. Alguien que me sorprendió gratamente en la entrevista que tuve con él.
Es un personaje. Es un gran tío y es un placer tenerlo en el vestuario. Es alguien especial, diferente, no sé, es portugués. Es una gran persona y un excelente central.
Hemos hablado de muchas cosas buenas en esta entrevista, lo peor este año las expulsiones.
Creo que los árbitros se pueden equivocar. Es parte del fútbol, es su trabajo y a veces no es fácil. Es un deporte público en el que mucha gente opina y cada uno tiene su propia visión. Todos nos equivocamos. En mi caso, mi expulsión en Córdoba creo que es injusto pero para él no. Al final es una tontería entrar en discusiones.
¿Enfada más esa expulsión o que luego el Comité mantenga la sanción y veas como quita otras tarjetas amarillas?
Ahí ya nos metemos en un tema más complicado. Creo que se deberían unificar más los criterios. No es normal mi expulsión ni los cuatro partidos a Borja cuando luego ves otras sanciones, pero eso ya es una cuestión más institucional en la que debería meterse el Dépor y no los futbolistas. Nosotros tenemos que pelear cada semana y no debemos depender de los colegiados. Es mejor olvidarse y estar a lo nuestro.
¿Cómo es un día en la vida de Pablo Marí fuera del fútbol?
Pues de lo más sencillo que te puedas imaginar. Tengo en casa a mi mujer y a mi hijo que son lo más importante de mi vida. Salgo de entrenar y me voy a toda velocidad a casa porque tengo unas ganas locas de verlos y disfrutar de mi pequeño porque crecen demasiado rápido.
¿Algún hobbie fuera del fútbol?
Me gusta mucho pescar. No voy mucho porque ahora estoy con mi hijo y me gusta priorizar pero tengo muchos hobbies. También me gustan mucho los coches.
Aquí el mar es peligroso.
Sí sí, por eso tampoco voy porque no conozco mucho y es algo complicado. De todas formas cuando salga un poco el sol si que me gustaría escaparme alguna vez.
Para terminar, ¿cómo imaginas un ascenso en Riazor?
Sería espectacular poder ascender aquí con nuestra afición. Es una gente que lo da absolutamente todo por el Dépor y este club merece estar en otra categoría. Sería de diez lograrlo pero queda mucho todavía. De todas formas si que me gustaría mandarle un mensaje a la afición y decirles que los necesitamos cada semana. La gente debe saber que para nosotros es importante y que estoy seguro que llegarán momentos complicados pero ahí será cuando tendremos que estar unidos para poder ascender a final de temporada.