Hay lesiones que acaban siendo un calvario. Lo sabe bien Peru Nolaskoain (1998). El 17 de julio de 2020 disputó su último partido oficial, fue un Mirandés – Deportivo, de Segunda. Terminó lesionado en su tobillo derecho y ya no pudo jugar «el paripé» contra el Fuenlabrada. Este lunes, 533 días después, ha podido reaparecer. Eso sí, ya con el Athletic Club, en Primera, frente a Osasuna. El centrocampista de Zumaia ve así la luz al final del túnel.
En la temporada 2019/20, Peru Nolaskoain aterrizó en A Coruña cedido por el Athletic. Con el paso de las jornadas, se convirtió en un futbolista importante, tanto de mediocentro como de central. Sin embargo, en pleno sprint final del curso, con el Deportivo peleando por la permanencia en Segunda División, Peru sufrió una lesión. Y se perdió 6 partidos -de la jornada 35 a la 41-. En la penúltima, en Anduva, reapareció y disputó los primeros 45 minutos, hasta que fue sustituido por Ager Aketxe. A priori, todo apuntaba a que la lesión quedaba olvidada, pero el día del Fuenlabrada ya no pudo jugar. Nolaskoain seguía con molestias.
Al concluir esa campaña, Peru regresó a su club de origen, el Athletic Club. Y ya no volvió a jugar ningún partido oficial hasta este mismo lunes. A las órdenes de Gaizka Garitano, el central disputó un amistoso -en septiembre de 2020 contra el Sevilla-. Esos 90 minutos fueron los únicos para él. En abril de 2021 decidió operarse, pasó todo el año en blanco, y este lunes día 3, por fin, 1 año y más de 5 meses después, pudo reaparecer. Saltó al césped en el minuto 89 frente a Osasuna.
533 egun ta gero, @LaLiga ko partidu batea bueltan. Eskerrik asko…
533 días después, vuelvo a disputar un partido de @LaLiga . Gracias… pic.twitter.com/tpPFUIaTIj
— Peru Nolaskoain (@perunolaskoain) January 3, 2022
Un futbolista autocrítico y exigente
Si algo demostró Peru en su paso por el Dépor fue mucha autocrítica. En su despedida de la afición en redes sociales, el futbolista vasco se disculpó en primera persona: «Siento no siempre haber estado a la altura». Y dejó un mensaje: «Ojalá nuestros caminos vuelvan a cruzarse». Sea donde sea, que Peru pueda seguir haciendo lo que más le gusta. Sin lesiones.