Cada equipo tiene su modelo de juego. Dentro del subgrupo del Deportivo hay rivales que apuestan por dominar los partidos a través de la posesión de balón, con ataques más o menos largos. Otros plantean partidos más físicos y exprimen el poderío aéreo de su plantilla. Los hay, como el Pontevedra, uno de los mejores equipos de Segunda B, que prefieren robar y correr, castigar con las transiciones rápidas.
Años atrás, Cata, secretario técnico de Osasuna, contaba en una charla** que, cuando su equipo militaba en Segunda División, desde el palco pulsaban un cronómetro en el momento en que el rival les robaba el balón. “Si veíamos que pasaban más de 10 segundos desde su recuperación, nos tranquilizábamos”. ¿Por qué? En aquel momento, en la categoría, el 80% de los goles que llegaban tras pérdida se hacían antes de los 10 segundos. Un dato que explica un poco hacia donde va el fútbol y que, de paso, sirve para presentar al Pontevedra de Jesús Ramos.
Después de 6 jornadas, el conjunto granate es el máximo goleador del grupo 1 -sí, en global-. Con 10 goles a favor, ha sido capaz de marcar en todos los partidos menos en uno, contra el Zamora (0-0). No es algo que sorprenda teniendo en cuenta quienes son sus delanteros: Charles y Rufo. Uno llegó desde el Eibar de Primera y el otro fue el máximo goleador de la categoría de bronce el curso pasado.
¿Pero cómo se producen esos goles? Pues bien, con una consigna: robando y buscando rápidamente la contra. Cuando está defendiendo, el Pontevedra ya se prepara para atacar. Da igual si el robo es en campo propio o en campo rival, la resolución es la misma. Los hombres de arriba (Álex González, Charles, Rufo y Jorge Fernández -u Oier Calvillo-) miran a portería y Romay, que no estará en Pasarón, se encarga de lanzarlos, ya sea con balones al espacio o para que reciban de espaldas -en el caso de los delanteros- y habiliten a la segunda línea. Hasta la fecha, ningún gol del Pontevedra ha venido precedido de un ataque de más de 20 segundos.
Jesús Ramos deja siempre mucha gente por delante del balón, y se ubican de tal manera que puedan aprovechar los espacios. Un par de ejemplos gráficos, en el partido ante el Compostela.
Un Ponte de segundas partes
Pero hay otro dato más: de los 10 goles que lleva el Pontevedra, 7 han llegado en el segundo tiempo. No parece casualidad. Aunque suene a tópico, el equipo granate nunca se rinde, no baja los brazos. Ya lo demostró ante el Salamanca: en el minuto 89’ hizo el 1-0 y en el descuento el 2-0.
**Esta anécdota de Cata fue recordada por Yago Iglesias, técnico del Compostela, en las I Xornadas BurelaBonita Futbolinlugo del mes pasado.