Hay proyectos personales que trascienden más allá de quienes los producen. Con «Escoita» sucede algo así. Hace algunos años, a Jesús Suárez (A Coruña, 1977) le diagnosticaron una enfermedad rara caracterizada por la distrofia hereditaria de la retina. Le cambió la vida, perdió casi toda su visión. Y desde entonces no ha parado de idear proyectos inclusivos. Para facilitar su día a día, pero también el de los demás. Escoita es una iniciativa que pretende que las personas invidentes puedan disfrutar de los actos deportivos sin ningún tipo de barreras.
A lo largo del reportaje, recorremos diferentes lugares de A Coruña con Jesús. Desde los interiores del Estadio de Riazor hasta la Torre de Hércules, pasando por su propia casa. Este coruñés de Monte Alto revela que hubo un punto de inflexión que lo llevó a idear «Escoita». Fue en la temporada 2017-18, durante la disputa de un Fabril-Fuenlabrada. Jesús acudió a la Ciudad Deportiva de Abegondo como siempre, sin embargo, para su sorpresa aquel día no estaba la Radio Galega y no había ninguna otra emisora siguiendo el partido; se sintió perdido: «No hay peor cosa para un discapacitado que sentirse discapacitado», asegura.
Cuenta que de los golpes de rabia saca proyectos. Antes de Escoita ya creó, junto a su grupo Mar de Fondo, una canción que ahora es como un himno para el deportivismo: «1906: A forza de Hércules». En la entrevista, explica también el papel que han tenido instituciones como el Dépor, el Concello da Coruña, el Liceo o el Básquet Coruña, cómo ha sido su colaboración.
Varios años después de su origen, Escoita va camino de convertirse en una realidad en Galicia. Quizá más adelante pueda serlo también por toda la geografía nacional. Ese es el gran sueño de Jesús: poder recorrer España siguiendo a su Dépor. Sin barreras, sin impedimentos, sintiendo los goles desde la misma grada.