Aunque no deje de parecer extraño, esta temporada el Deportivo no acaba de encontrar su mejor versión en el estadio de Riazor. El que en otras campañas ha sido un recinto prácticamente inexpugnable, este curso no se ha acercado hasta el momento al fortín que debería ser para lograr la permanencia de una forma cómoda. Un déficit de puntos que lastra las opciones del club herculino para conseguirlo sin apuros o incluso de levantar ligeramente la vista hacia zonas más apetecibles de la clasificación.
Sin embargo, si uno revisa los partidos que disputados como local, en muchos de ellos ha ofrecido una imagen lo suficientemente buena como para haber tenido una mayor fortuna. Es el caso, por ejemplo, de la reciente visita del Levante, en la que los herculinos se merecieron al menos un empate, pero los errores propios acabaron castigando a los de Óscar Gilsanz, que se fueron de vacío.
En esa serie de obstáculos que se han encontrado destaca la incapacidad de abrir la lata. Para el Dépor, inaugurar el marcador se ha convertido en todo un reto que solo ha conseguido en tres jornadas de las doce disputadas en Riazor: Racing de Ferrol, Eibar -en el tiempo de descuento- y Real Zaragoza. Un trío de encuentros en los cuales sumó siete puntos de nueve posibles. Buenos resultados que son más excepción que regla.
La última victoria como anfitrión, lograda ante el Castellón en el penúltimo partido del mes de diciembre, se dio en la situación contraria: llegó tras remontar el gol inicial de Douglas Aurelio. El verse por detrás se ha convertido en lo más habitual; algo que se agrava teniendo en cuenta que en hasta en un tercio de los encuentros los deportivistas han llegado a quedarse en blanco en casa -Real Oviedo, Burgos, Málaga y Mirandés-.
Eddahchouri, ¿la llave para el gol?
En busca de soluciones a sus problemas de cara a puerta, el Deportivo optó por el fichaje de un delantero totalmente desconocido en España. «Soy capaz de crear ocasiones para mí y para mis compañeros. Eso es lo que hizo que el Dépor quisiera ficharme», se definía Zakaria Eddahchouri en su presentación. Y es que el holandés podría ser la solución a parte de las dificultades si repite la dinámica que ha mostrado durante esta temporada en su país.
Repasando sus actuaciones con el Telstar, hasta en ocho ocasiones rompió el hielo a favor de los suyos, justo lo que necesita su nuevo club y que no han ofrecido Barbero y Bouldini. Dependerá de muchos factores como la adaptación al ritmo de la competición y a sus compañeros, pero a priori es una característica destacada de su curriculum.