El Málaga visitará Riazor esta jornada para disputa un duelo de alto voltaje entre dos conjuntos llamados a estar en los primeros puestos de la categoría. Sin embargo, el cuadro malacitano no guarda buenos recuerdos de sus visitas al Deportivo, habiendo ganado solamente un encuentro desde su refundación.
El último partido entre estos dos equipos en A Coruña se produjo la temporada pasada, con victoria local por 3-2, gracias al doblete de Adrián López. Como este, los triunfos locales han sido la tónica habitual en los encuentros que el conjunto herculino ha disputado ante el Málaga en su estadio. Las tres primeras veces que se enfrentaron en tierras gallegas, el resultado fue favorable para los coruñeses en todas ellas, consiguiendo un parcial de 9-1.
Tras el primer punto sumado por parte de los andaluces en Riazor, en la temporada 2001/02 (2-2 con gol de Naybet y el segundo en propia puerta), los deportivistas gozaron de una longeva etapa de victorias ante el cuadro malaguista. Fueron ocho victorias en total, aunque ninguna llegó a acabar en goleada, pero sí dejaron huella en su rival, convirtiéndose el feudo herculino en una de las peores plazas para el club de la Costa del Sol, que solo fue capaz de anotar un gol en esos ocho encuentros.
Posteriormente, y entre Liga y Copa, el Málaga logró sumar dos empates y su primera y única victoria como visitante, por la mínima. Darder fue el encargado de materializar el único tanto del partido, aprovechando un mal despeje de Fabricio y su errónea colocación para superarlo con un tiro rápido desde una distancia lejana. Esta pequeña racha se rompió hace dos años, con los tres puntos permaneciendo en Galicia gracias a los tantos de Joselu y Mosquera.
En total, 17 encuentros entre los dos equipos con Riazor como escenario, en los que el cuadro malacitano solo fue capaz de sumar dos empate y un triunfo, siendo disputados todos ellos con ambos equipos en Primera. Este domingo volverán a enfrentarse, y se espera que haya un gran ambiente para este choque, habiendo una concentración por parte de los Riazor Blues con la intención de convertir Riazor en un fortín.