El Deportivo afronta este domingo (18:00 h, TVG2, InSportsTV) el reto de conseguir el pase a la final del playoff de ascenso a Segunda División ante el Castellón. Los coruñeses se desplazan a la otra punta de la península en un contexto de polémica por las condiciones impuestas por el equipo castellonense a la hora de comprar entradas. Sin embargo, lo que más preocupa a buena parte del deportivismo es si su equipo sabrá responder a las expectativas en un nuevo partido fuera de casa.
La mala temporada como visitante del club herculino genera dudas en muchos aficionados, algo que el vestuario ha tratado de disipar en rueda de prensa. Pero si hay alguien que puede hablar con la voz de la experiencia en esta materia, ese es Rubén de la Barrera. El entrenador coruñés, llegado en el final de campaña al banquillo de Riazor, ya vivió una situación similar en su etapa en el Albacete, la cual acabó en ascenso. Un objetivo que ahora persigue al mando del equipo de su ciudad.
Al frente del equipo manchego, el ahora técnico blanquiazul consiguió durante la liga regular cinco victorias, ocho empates y seis derrotas a domicilio. Se da la casualidad de que esos números lejos de casa son exactamente los mismos que ha acumulado esta temporada el Dépor lejos de Riazor, aunque no haya sido responsabilidad de Rubén, que únicamente dirigió al equipo en uno de ellos.
Este año el desafío pasa por reactivar al equipo fuera de A Coruña. Una tarea que, sin embargo, no le resulta ni mucho menos desconocida. Esto es algo que ya tuvo que hacer el curso pasado, pues su Albacete disputó los dos partidos de la promoción lejos del Carlos Belmonte. En aquella ocasión se enfrentaron al Rayo Majadahonda en Balaídos (Galicia fue sede única) y al propio Deportivo en Riazor, en un partido de infausto recuerdo para la hinchada herculina.
Tras una campaña con dudas, De la Barrera consiguió recomponer al equipo y alcanzar el objetivo de volver al fútbol profesional. Una experiencia que a buen seguro puede servir de inspiración al club y a la plantilla de cara al choque de la vuelta de semifinales de este fin de semana en Castalia. Un camino hacia el ascenso que empieza desde el banquillo.