Rubén de la Barrera inicia esta tarde su segunda etapa en el Deportivo de la Coruña. Lo hace como solución para cambiar la dinámica futbolística del Dépor y el contexto emocional de una afición que, de manera mayoritaria, había agotado su paciencia con Óscar Cano hace ya varias semanas. El preparador granadino ya no está. Y en su lugar llega un hombre que ha ‘mamado’ deportivismo desde la cuna, pero que a la vez se ha desarrollado como técnico siguiendo, entre otros, a Cano.
De hecho, el extécnico y el actual entrenador deportivista coincidieron incluso en la Cultural Leonesa. Y el andaluz lo recordó en su intervención antes de visitar el Reino con el Dépor. Una locución en la que ensalzó al que ahora es su sustituto: «Los casi dos años con Rubén fueron maravillosos. Generamos una buena amistad. Todo el mundo creía y creemos mucho en sus capacidades, en sus cualidades como persona y como entrenador. Yo lo conocía porque él, cuando era joven, venía a ver entrenar alguno de mis equipos. Recuerdo a ese Rubén tan joven que se recorrió la mitad de España para vernos entrenar en Ejido. Sigue siendo igual de inquieto y ese es su valor». «Dentro de que evidentemente tenemos nuestras diferencias, hay similitudes a la hora de ver el juego y al jugador» , añadía el entonces preparador blanquiazul.
Así, Óscar Cano ya había compartido tiempo con De la Barrera en las visitas del primero para tomar nota de su metodología. Pero no fue hasta finales de 2016 cuando trabajaron por primera y única vez mano a mano. Aunque no como técnico-ayudante en el césped, sino a partir de una relación director deportivo-entrenador.
Porque Óscar Cano fichó por la Cultural debido a su presencia en el seno de la Academia Aspire, que lo había llevado a Catar para ser seleccionador sub-19. «Cuando acaba mi experiencia en la Copa de Asia se me plantea continuar, pero yo rechazo esa propuesta porque quería venir para España. Me hacen otra propuesta para irme a otro de los clubes que ellos tenían por el mundo (Independiente del Valle) y también la rechazo. Me dicen que hay otra posibilidad que es ser director deportivo de la Cultural. No es lo que más me gusta, porque me gusta entrenar. Pero vi en esa ocasión la oportunidad de salirme un poquito de esa exigencia como entrenador y ver el fútbol con otra distancia y, sobre todo, conocer el mercado» , recordaba Cano.
La llegada del andaluz cuando ya estaba Rubén pudo generar dudas sobre sus aspiraciones. Pero Cano se encargó de apaciguarlas: «Mi presencia podía generar algún tipo de controversia allí y yo lo primero que dije es que era un proyecto de entrenador» . De hecho, tras el ascenso, recalcó que no había ido a León «a entrenar y menos sustituyendo a Rubén» . Así, codo a codo, pasaron «dos años excepcionales» .
Ahora, De la Barrera sustituye a Óscar Cano con el objetivo de aprovechar lo bueno de su trabajo con el plantel, mejorar lo deficiente y, sobre todo, reilusionar a la afición deportivista.
La conexión con Olabe que llevó De la Barrera a la Real Sociedad
Más allá de con Cano, De la Barrera también guarda una conexión con Roberto Olabe, padre del actual mediocentro del Deportivo. El director deportivo de la Real Sociedad fue el responsable de ‘captar’ a Cano para la Academia Aspire, el proyecto de formación con el que Catar pretendía desarrollar su fútbol de cara al pasado Mundial, en el que ejerció como anfitrión. En sus labores para el proyecto catarí, Olabe también conoció a De la Barrera. De hecho, se dice que fue él quien le reclutó para el proyecto de la Cultural al ver en Rubén un técnico joven, con visión y una filosofía acorde a lo que buscaban.
Así, aunque Olabe abandonó Aspire a los dos meses de incorporar a Rubén, fue ese contacto el que produjo que, años después, el técnico coruñés fichase por la Real Sociedad. En el 2018, el director deportivo vasco remodeló la estructura de su club y apostó por De la Barrera como segundo entrenador de Asier Garitano. Apenas tres meses después de empezar la temporada, Rubén abandonó Donosti para aceptar una oferta del Al Ahli catarí.
«Este tiempo ha tenido un impacto tremendo en mi persona, siempre positivo. Mil gracias a Roberto Olabe y a Asier Garitano por confiar en mí para afrontar este reto, por otro lado apasionante, convencido de que se culminará con resultados acordes a la maravillosa afición que disponemos en este club. También agradecer a Rober y al club en este caso, la facilidad que ha puesto para poder permitirme una oportunidad aprovechar que se presentará de manera inmediata» , expuso De la Barrera en su despedida.
«Es obvio que si alguien piensa que su oportunidad no está hoy en la Real, es mejor que no esté en la Real», declaró Olabe unos días después para explicar la salida de Rubén, que les comunicó que tenía una oferta que «no podía dejar pasar». «Si alguien tiene el deseo de salir, no somos nadie para impedirlo. Donde estés, tienes que estar pensando que es el proyecto de tu vida», zanjó.