Tras el insuficiente empate ante Las Palmas, Clarence Seedorf se pasó por la sala de prensa de Riazor y aseguró que el resultado «tiene mucho que ver con el primer gol y los primeros diez minutos». «Estuvimos muy tiesos, muy bloqueados. No había visto al equipo así. Es el aspecto humano que dijimos muchas veces. Uno puede preparar mil cosas pero después los jugadores se quedan tiesos por la presión. Antes del empate ya nos liberamos un poco, el empate era justo y creo que después no hemos jugado un buen partido a nivel de fútbol. Los dos equipos erraron mucho técnicamente, dejaron todo en el campo, eso sin duda, pero poca lucidez. Hemos creado ocasiones, paradón del portero al final… La suerte tampoco nos ayudó», explicó en su primer análisis del partido.
Pese a que la distancia con la salvación es de siete puntos, Seedorf no cree que el Dépor haya desaprovechado su «última oportunidad» porque eso es «un tema matemático» y «solo son dos puntos más de diferencia». «El equipo estaba bien para el partido de hoy, no hemos conseguido lo que queríamos pero sigue habiendo 27 puntos en juego y vamos a jugar para sacar el máximo posible. El Levante no se puede relajar, tenemos que seguir nuestro camino esperando que nos acompañe un poco más la suerte de cara a gol. A este equipo le está fallando el gol», añadió.
Por otro lado, comentó que no están «mirando» el calendario y aseguró que los jugadores «obviamente creen» todavía en la permanencia: «ahora están bajos de moral después de no conseguir los puntos que queríamos en casa. Había ganas de dejar algo bueno para el público, para la afición. El partido del Levante no creo que nos haya dado más presión. Ahora hay un momento de descanso donde pueden desconectar un poco y preparar próximos meses para sacar lo máximo posible. En el fútbol puede pasar cualquier cosa y tenemos que seguir trabajando fuerte«. En esta situación, Seedorf prefiere ser «optimista» porque «la única manera en el deporte cuando las cosas no salen es unirse, creer y trabajar».
Sobre los cambios, explicó que «Çolak no estaba al 100%» porque sufrió «un golpe muy fuerte» y ya había pensado en cambiarlo en el descanso «porque estaba muy mareado»; mientras que optó por Carles en la recta final debido a que «Lucas había dado todo lo que podía dar».
También en cuanto a nombres propios, defendió una vez más el trabajo de Albentosa: «creo que la gente debería mirar bien lo que está haciendo, está jugando bien, hoy además ha hecho un gol y creo que nunca es favorable pitar a los jugadores durante el partido. Después tienen todo su derecho. Durante el partido creo que ha demostrado personalidad porque no es fácil jugar con la presión de que parte del público no te perdona nada».
Una vez más, el técnico dio mucha importancia al aspecto mental y aseguró que los jugadores «están tensos porque quieren hacer las cosas bien delante de su afición» y quiso restar importancia al estado actual del vestuario «porque hay dos semanas para preparar el próximo partido». «Hay decepción y tristeza, es normal. Tenemos tiempo, en algunos días pondremos las pilas para preparar el próximo partido. Soy un ganador, no me gusta perder. Desilusión seguro y rabia más todavía. Tengo que canalizarlo y pasar al grupo lo que necesitan para levantarse. No hemos tenido suerte hasta ahora, es así, lo aceptamos y a trabajar«, finalizó.