La Segunda División es una categoría que siempre deja sorpresas, tanto agradables como inesperadas y esta temporada, en la que la competencia y la igualdad han aumentado, no se escapa de esta tendencia. Esto genera una gran emoción entre los aficionados y su interés por los pronósticos de apuestas deportivas. Superado el primer tercio de competición, la clasificación de la categoría de plata deja un líder destacado, un equipo revelación y malas noticias en la parte baja.
No hay duda que el mejor equipo de la categoría, superada la jornada 15, es el Cádiz que dirige Álvaro Cervera. Con solo dos derrotas durante todo este periodo, el club de la Tacita de Plata se ha asentado en ascenso directo, manteniendo una ventaja de diez puntos respecto al tercer clasificado. En El Carranza muchos piensan que éste debe ser el año del regreso a Primera y, aunque la temporada es muy larga en esta división, las sensaciones mostradas por el Cádiz son muy buenas como para afirmar que es un claro candidato al ascenso.
No muy lejos del conjunto gaditano está otra de las sorpresas del curso y posiblemente la gran revelación. El Fuenlabrada, en su debut en Segunda, ha pisado en varias ocasiones el ascenso directo y esta buena dinámica no ha sido casual. El equipo madrileño ha sabido adaptarse a la perfección a la Liga Segunda División Española, pese a contar con uno de los presupuestos más bajos del fútbol profesional. Las apuestas han ido cambiando sus pronósticos a su favor a medida que han avanzado las jornadas. Su capacidad para rentabilizar sus ventajas, sumada a mucho trabajo y esfuerzo, lo colocan como un sorprendente rival de la zona alta de la segunda categoría del fútbol español.
En la antítesis de Cádiz y Fuenlabrada están dos clubes históricos del fútbol español que vienen momentos muy difíciles. Es el caso del Deportivo de la Coruña, que en solo cuatro meses ha pasado de estar a un gol del ascenso a Primera a situarse como colista destacado. El conjunto de Riazor vive un curso horrible en el que todo le sale mal. Promedia 1,8 goles encajados por encuentro y su capacidad goleadora es nula. Un clásico de la categoría, Juan Antonio Anquela, fue el entrenador que empezó la temporada; pero ha sido destituido por los malos resultados. Las esperanzas están puestas ahora en Luis César Sampedro, un técnico con mimbres y experiencia en salir de situaciones graves como la que atraviesa el Dépor. Empezar por echar el candado en la parte de atrás debe ser el primer paso para una plantilla que en verano era una de las candidatas a la zona alta. De cómo Sampedro sea capaz de manejar la ansiedad por levantarse también dependerá el futuro del equipo blanquiazul, que corre el serio riesgo de bajar a Segunda B.
En una situación parecida se encuentra el Málaga, aunque ésta era más previsible dadas las dificultades económicas que el club de La Rosaleda ha tenido para confeccionar la plantilla y que le han obligado a renunciar a algunos futbolistas importantes. Dos clubes que, precisamente, se fueron a Segunda de la mano en 2018 y que ahora viven penurias que pocos hubieran pronosticado.