Riazor acogió como cierre de 2020 la disputa de la LXXV Edición del Teresa Herrera. El Deportivo y el Dépor Abanca B fueron los encargados de protagonizar una de las ediciones más atípicas que se recuerdan del decano de los trofeos veraniegos. Ahí radica la primera rareza. La fecha. Llegando sobre la bocina debido a todas las dificultades que ha provocado durante los últimos meses la pandemia del coronavirus. De todas formas, el histórico torneo coruñés acabó dejando muchas y curiosas imágenes.
Los primeros en salir a escena fueron los jugadores del primer equipo. Con una convocatoria de circunstancias, Fernando Vázquez alineó a varios titulares contra el Combinado del Fútbol Aficionado Coruñés. Se estrenó el fabrilista Pescador, también jugó Juan Rodríguez y Manu Mosquera le dio brillo a la cantera con un doblete.
El otro protagonista de la mañana fue Rui Costa, al que el técnico de Castrofeito sigue dándole oportunidades para que coja la forma. Abrió el marcador al transformar un penalti cometido sobre él mismo y marcó el segundo nada más salir de los vestuarios para resarcirse tras varias ocasiones falladas.
La emoción de los penaltis en el Teresa Herrera femenino
Más apretado estuvo el VIII Teresa Herrera femenino, que se disputó por la tarde y enfrentó al Dépor Abanca B y al Victoria. El encuentro terminó con 1-1 y tuvo que decidirse en la tanda de penaltis, donde las jugadoras blanquiazules dejaron el trofeo en casa al imponerse por 5-3.
Habitualmente es el primer equipo femenino el que disputa el torneo, pero este año fue imposible debido a que las jugadoras de Manu Sánchez tuvieron competición oficial en el fin de semana, enfrentándose al Madrid CFF, y mañana martes vuelven a jugar partido de la Primera Iberdrola ante el Barcelona en la Ciudad Deportiva de Abegondo. Será el último partido oficial de 2020 para el Dépor Abanca.