No es ningún secreto que una de las prioridades del Dépor para este verano es reforzar la portería. El club blanquiazul sigue peinando el mercado en busca de un guardameta que llegue para ser titular. Un perfil similar al de Diego Alves, al que ya tenía atado y a última hora decidió irse a Brasil. Pero antes de que alguien entre, primero hay que dejar salir. Pepe Mel se mostró muy claro en sala de prensa, asegurando que no quiere contar con tres metas profesionales.
Esto dejaba a Rubén y a Tyton peleando por un puesto durante la pretemporada, y la carrera parece irse aclarando en los últimos días, al tiempo que el polaco se desengancha por una inoportuna sobrecarga. Mel comenzó rotando la portería, dándole opciones a ambos e introduciendo a Francis en la mezcla. Tyton jugó las primeras partes ante Racing Vilalbés y Arosa y el partido completo contra el Cerceda, pero ahí se terminaron sus apariciones.
El ex del Stuttgart no ha participado en ninguno de los cuatro últimos amistosos (Somozas, Bergantiños, Pontevedra y Racing de Ferrol) y lo curioso es que para Pasarón sí estaba anunciado como titular, aunque a última hora fue Rubén el que salió al césped por decisión técnica. Días después el club informó de los problemas físicos de Tyton y hoy tampoco estará en el Estadio do Dragao, por lo que puede unirse en breve a la lista de descartes a la que se le busca acomodo como a Juan Domínguez o Saúl.
A la ausencia del polaco, hay que añadir que Rubén ha aprovechado para dar un paso al frente. El de Coristanco ha sido el elegido por Mel en los dos últimos amistosos, los dos rivales de mayor nivel, y en principio también saldrá de inicio esta tarde ante el Oporto. Su buen hacer este verano y su proximidad al club como jugador de la tierra pueden estarle sirviendo para ganarse un hueco en la plantilla del próximo curso, con Francis cubriendo el rol de tercer guardameta y alternando con el Fabril.
A Tyton le quedan dos años de contrato
Si finalmente es Tyton el descartado en la portería, al Dépor no le será fácil desprenderse de él. Al polaco todavía le quedan dos años de contrato, por lo que la opción de la rescisión está prácticamente descartada. Con el traspaso como opción utópica, ya que parece difícil que ningún equipo acepte pagar por alguien que no cuenta para el técnico, la alternativa más viable sería una cesión, una solución a corto plazo para volver a replantearse la situación el próximo verano.