La crisis del coronavirus vuelve a golpear el mundo del deporte. Tras el aplazamiento del partido entre Deportivo y Fuenlabrada, hoy se ha conocido la suspensión del encuentro de playoff de ascenso a Segunda División B que tendrían que haber jugado esta tarde Portugalete y Sestao River. La explicación ofrecida por la RFEF es que «minutos antes de las 14:00 horas hemos tenido conocimiento a través de la Federación de Fútbol Vasca que en el entorno próximo de un jugador del Club Portugalete ha habido un positivo en coronavirus».
De esta manera el partido queda suspendido hasta que los jugadores del Portugalete sean sometidos a diferentes test durante los próximos días y las pruebas y controles médicos garanticen que se puede celebrar el encuentro.
Esta decisión choca frontalmente con todos los acontecimientos vividos en A Coruña estos últimos cinco días. El Fuenlabrada fue consciente del primer positivo dentro de su equipo el sábado 18 de julio. Un día más tarde otros tres positivos más fueron diagnosticados y a pesar de ello el equipo se desplazó en avión hasta la ciudad herculina el lunes 20 de julio. Protocolos a un lado, parece obvio que algo falló en esos días y tal y como han reconocido varias administraciones sanitarias y políticas, el conjunto madrileño no debió viajar a Coruña.
El conjunto blanquiazul sigue peleando en los despachos y pide justicia deportiva al entender que se vulneró el derecho de igualdad de la competición en la última jornada. La apertura de medidas tras el desconfinamiento pone en riesgo el desarrollo de las diferentes competiciones deportivas. La RFEF ha actuado rápido en este caso del Portugalete mientras mantiene una postura más ambigua con respecto a los hechos acontecidos alrededor del Dépor vs Fuenlabrada.