Ya han pasado más de diez días desde que terminó la temporada 16/17. Un año que invita a la reflexión, y además, a una de las profundas. El Deportivo se ha salvado con 36 puntos, dejando el descenso a 5, y con la sensación de que realmente se ha salvado por existir tres equipos peores que los blanquiazules. Es hasta difícil explicar que este año no se ha logrado la permanencia por méritos propios.
Si vamos por partes, hay varios puntos clave que convendría repasar de la temporada, centrándonos en todo momento en lo deportivo.
1. El fichaje de Florin Andone. Un jugador al que muchos aficionados llevaban tiempo siguiendo, un diamante en bruto que llegaba de Segunda División, desde el Córdoba. Por él, el Deportivo pagó cerca de cinco millones de euros y era un secreto a voces que sería el sustituto de Lucas Pérez. Sin duda, generó una gran expectativa e ilusión.
2. La marcha de Lucas Pérez. Muchas semanas de incertidumbre, muchos rumores. Cuando parecía que al final se iba a quedar, apareció el Arsenal y depositó su cláusula de rescisión. Veinte millones para aliviar las arcas de un Deportivo necesitado en lo económico. Algunos lo entendieron, otros lo criticaron, pero lo cierto es que el Dépor perdió a uno de los hombres clave y eso pesó durante toda la temporada.
3. Llegada de Joselu, lesión y el fugaz paso de Ryan Babel. Como si lo hubiese escrito el mismísimo Stephen King. Se va Lucas y llega Joselu, procedente del Stoke, para paliar su marcha. Debut contra el Athletic Club, buenos minutos y lesión por culpa de una salvaje entrada de Raúl García. El Deportivo reacciona, va al mercado, y se trae a un Ryan Babel fuerísima de forma. Tras conseguir que el holandés recupere el estado físico y en su mejor momento en el equipo, decide no renovar su contrato en diciembre y se marcha gratis al fútbol turco. A partir de ese momento, además, todo fue cuesta abajo.
4. El adiós de Garitano y la llegada de Pepe Mel. Garitano sufrió en sus carnes el ‘resultadismo’. El equipo no jugaba mal, creaba ocasiones, pero no ganaba. Y así fue como terminó siendo despedido. Llegó Pepe Mel, y con él la primera y única victoria fuera de casa. En El Molinón contra el Sporting de Gijón, un triunfo que ha sido clave en la salvación.
Aunque lo cierto es que Mel tampoco ha dejado un buen sabor de boca, pero de cara a la próxima tendrá peso específico en la confección de la plantilla. Este año, como él mismo ha repetido una y otra vez, se encontró con un equipo hecho y con el único objetivo de lograr la salvación como fuera.
5. Partidos decepcionantes. Perder los dos partidos contra el Celta, goleadas contra Real Madrid y Barcelona, y derrotas en encuentros en los que se tenía que haber conseguido más. Sobre todo en aquellos en los que se pedía el apoyo de una afición que aguantó 38 jornadas y que a cambio no recibió absolutamente nada.
6. Una permanencia por méritos de otros. Ni cuando se jugaba la vida el Deportivo mostró tener algo de sangre. Un empate sin goles contra el Villarreal, en un ejercicio defensivo del equipo de Mel, sirvió gracias a que el Leganés empató su encuentro. La lectura, que el Dépor se ha salvado gracias a otros. La sensación, que había tres equipos peores y gracias a eso se permanece un año más en Primera. ¿El gran problema? La sensación de hastío y de pérdida de ilusión por una gran parte de la afición.
7. Discursos vacíos. La afición ha criticado en muchas ocasiones el hecho de que desde la rueda de prensa se diga que van a salir a morder, y lo que se vea en el terreno de juego sea lo opuesto. Así ha sido como finalmente los futbolistas aseguraron semana tras semana que «a la afición no se le puede pedir nada». Toda la razón. Ahora mismo, existe una deuda sobre la aportación de unos y la de otros.
Aunque se podría resumir la temporada en más puntos, solo hay que repasar nuestro concurso de titulares sobre cómo resumirían en una frase la temporada. “Sufrimento de Primeira”, sin duda el de Bodigol es el claro ejemplo de lo vivido este año y lo que merece una profunda reflexión.
La autocrítica es necesaria y hay semanas por delante para hacerlo, pero lo cierto es que la sensación que hay en el ambiente es de falta de evolución. De llevar varias temporadas salvándonos sobre la bocina y con el miedo de que en cualquier momento se vuelva a la Segunda División. El mejor fichaje que se puede hacer para el año, recuperar la ilusión de una afición que jamás ha fallado.