Pablo Valcarce ha sido uno de los nombres propios durante las últimas semanas. El berciano apenas había podido participar hasta ahora, pero en Salamanca fue el autor del gol del empate en el Unionistas vs Deportivo: «Ha sido una montaña rusa de emociones esta semana. Afortunadamente la puedo terminar de esta manera. Me quedo con el trabajo del equipo y haber sacado un punto de este campo tan difícil».
Se refería el atacante al reciente nacimiento de su hija, por el que además de ausentarse del duelo con el Teruel, reconoce haber tenido un verano difícil: «El club sabía de mi situación cuando firmé. Estaba a expensas del nacimiento de mi hija y en los últimos meses la situación mental ha sido un poco complicada. El club lo sabía, los compañeros lo entendían y ya está. Ahora a tratarlo con normalidad y naturalidad. Estoy feliz, asentándome en A Coruña y con ganas de que mi mujer y mi hija estén conmigo».
Valcarce habló de su gol y una conexión con Paris Adot que viene de lejos: «Ya hemos jugado juntos y me conoce. Sabe que en esas acciones suelo quedarme más atrás, me viene bien el balón y tengo la fortuna de engancharla y para dentro». Eso sí, lamentó no tener más temple al final: «No sé si la palabra es que no hemos gestionado bien los últimos minutos. Ellos se han echado atrás para hacer bueno el empate y en muchas acciones nos hemos precipitado. Teníamos que jugar más por fuera, sacar centros… pero nos vamos con buenas sensaciones por la reacción del equipo».
Villares: «Hay un árbitro que tiene que saber gestionar la dureza de los rivales»
También pasó por zona mixta Diego Villares, que habló sobre el malestar arbitral del Deportivo: «Tampoco nos toca a nosotros dirimir si los rivales son más duros. Hay un árbitro que tiene que saber gestionar eso. Los rivales se emplean duro porque a un equipo como el Dépor le tienes ganas y quieres meterle mano. Sabíamos qué partido nos íbamos a encontrar. Lo habíamos hablado. Un campo difícil, un equipo que lucha cada balón, mucha disputa… el equipo ha sabido competirlo bien».
Coincide el de Vilalba en no tener paciencia en los últimos minutos: «Después de su expulsión nos costó más porque Unionistas se metió atrás. Se juntó más ahí y estuvimos un poco precipitados».