Dentro de nuestro extenso, y ya tradicional, reportaje de final de temporada en el que estamos repasando y haciendo balance de lo que ha sido un año con muchas más sombras que luces, pero en el que al menos se ha logrado el objetivo de la permanencia, no podía faltar nuestro particular “Uno por uno”. En total han sido 29 los futbolistas que han vestido la camiseta del Deportivo durante los diez meses que ha durado la competición. Desde los que han disfrutado de más minutos hasta los canteranos que han asomado la cabeza en el primer equipo de forma puntual, en la redacción de Riazor.org analizamos y ponemos nota a todos y cada uno de ellos.
Lux: 6,6. Pese a la dura competencia bajo palos Garitano apostó por él, pero sus actuaciones poco convincentes le relegaron a la suplencia tras las goleadas encajadas en el Camp Nou y Balaídos. Sin embargo recuperó la titularidad a mediados de febrero y se convirtió en una de las figuras claves en la consecución de la permanencia gracias a un final de liga espectacular, con paradas providenciales en partidos clave como ante el Sporting, Atlético de Madrid o Barcelona.
Juanfran: 7,1. Dueño y señor del lateral derecho el madrileño completó su mejor año como profesional. Mejoró sus prestaciones en defensa y se convirtió en una de las mejores armas ofensivas del equipo con sus constantes incorporaciones al ataque y las seis asistencias en su haber. Los esfuerzos le pasaron factura y perdió fuelle en la recta final del campeonato.
Fernando Navarro: 5,3. La edad empieza a pesarle al catalán, a punto de cumplir los 35 y que pese a ello se ha ganado su continuidad al disputar más de la mitad de los partidos haciéndolo como titular. Consciente de sus limitaciones, centró sus esfuerzo en las labores defensivas y pese a ello no llegó a brillar. Sus mejores actuaciones llegaron en los últimos choques del curso, donde su veteranía resultó fundamental para cerrar la permanencia.
Álex Bergantiños: 5,7. Incomprensiblemente defenestrado por Garitano y a punto de abandonar el club en el mercado invernal, con la llegada de Pepe Mel por fin tuvo su oportunidad y, una vez más, cumplió a la perfección con su cometido. Aportó la dosis de esfuerzo y compromiso de la que careció el equipo durante la temporada y anotó un gol para el recuerdo e importantísimo de cara a la permanencia, el del triunfo ante el Barcelona.
Mosquera: 5,5. Una temporada llena de contrastes para el coruñés. Arrancó la temporada como pieza básica en la columna vertebral del equipo y anotando un gol ante el Eibar, pero su pobre rendimiento acabó llevándolo al banquillo. A su llegada Pepe Mel depositó su confianza en él y el mediocentro recuperó su mejor versión e incluso anotó dos tantos, uno de ellos el de la victoria en El Molinón. Una inoportuna lesión muscular interrumpió su momento más dulce del curso.
Albentosa: 3,4. Una de las grandes decepciones. El club hizo un fuerte desembolso por el valenciano, quien llegó avalado por Garitano con la vitola de ser un baluarte defensivo y un portento en el juego aéreo, virtudes que no ha demostrado como blanquiazul. Demasiado lento en las coberturas y muy limitado a la hora de jugar el balón, cometió errores defensivos de todo tipo que minaron su confianza y costaron puntos al equipo.
Joselu: 3,8. Llegado a última hora como recambio de Lucas Pérez, cayó lesionado en su debut a raíz de una dura entrada de Raúl García. Sus dos goles en el Bernabéu dispararon las expectativas depositadas en su fichaje, pero todo quedó en un espejismo. En total cinco goles en Liga y uno en Copa ensombrecidos por su actitud y los gestos dirigidos hacia la grada.
Emre Çolak: 6,5. El gran descubrimiento de la temporada. Desconocido para la inmensa mayoría de la afición y sin coste alguno para las arcas herculinas, el otomano puso de manifiesto el extraordinario talento que atesora con detalles de gran jugador. Con tres tantos y seis asistencias su único lunar recayó en la falta de regularidad y su poca incidencia cuando se vio obligado a jugar en banda.
Marlos Moreno: 3,8. El colombiano dio el salto al fútbol europeo tras deslumbrar en el Atlético Nacional que se proclamó campeón de la Copa Libertadores y un millonario traspaso al Manchester City. Pese a su buena actitud y las ganas de agradar demostradas, la juventud y la falta de una pretemporada en condiciones complicaron su adaptación y lastraron su rendimiento.
Andone: 7,4. Fue la gran apuesta del pasado verano y el jugador sobre el que recayó la difícil misión de hacer olvidar la figura de Lucas Pérez. Su espíritu de sacrificio y el esfuerzo derrochado sobre el terreno de juego tardó en verse reflejado en forma de goles, pero las doce dianas y dos asistencias con las que finalizó el curso le convierten en el futbolista más determinante y el mejor activo de la plantilla herculina.
Carles Gil: 6,3. Los problemas físicos restaron protagonismo e impidieron gozar de continuidad al valenciano. Aún sin llegar a ofrecer su mejor versión sumó cuatro asistencias y un gol y su movilidad, capacidad de asociación y visión de juego fueron un factor clave en los mejores momentos de los blanquiazules.
Sidnei: 5,4. Con la continuidad del brasileño el club logró retener a uno de los miembros de la columna vertebral del equipo y pieza clave del engranaje defensivo. Aunque rayó a buen nivel en algunos partidos su rendimiento distó mucho de ser el de años anteriores, especialmente en una segunda mitad de temporada en la que transmitió una evidente falta de concentración e inseguridad defensiva.
Tyton: 4. Defraudó. Avalado por su brillante paso por el Elche el polaco aterrizó en A Coruña con el objetivo de desbancar a Lux de la titularidad. Inicialmente perdió el duelo con el argentino y cuando le llegó su oportunidad sus actuaciones no estuvieron a la altura de lo que se esperaba.
Arribas: 6,1. El mejor en el eje de la zaga. Arrancó como suplente, condición que mantuvo con Garitano pese a ser uno de los destacados siempre que el técnico se vio obligado a tirar de él. Ya con Pepe Mel al frente, se convirtió en titular indiscutible y gran baluarte defensivo. Expeditivo en la marca, seguro en el juego aéreo y un peligro en las jugadas a balón parado, tuvo su mayor lunar en el grave error cometido ante el Espanyol.
Laure: 5. El bravo capitán blanquiazul vivió se año más gris como blanquiazul. Relegado por completo al rol de suplente y lesionado cuando el equipo afrontó los compromisos coperos, sus apariciones quedaron limitadas a tan solo siete partidos ligueros, convirtiéndose así en el jugador de campo con menos minutos disputados.
Luisinho: 6,9. Una de las pocas buenas noticias que dejó la temporada. El portugués demostró ser capaz de controlar su complicado carácter y dejar atrás las polémicas del pasado para sacar a relucir su mejor versión, la de un jugador versátil, sobrio en defensa y con capacidad para hacer daño en ataque que además destacó por su regularidad.
Fayçal Fajr: 4,1. Titular en el inicio liguero, acumuló una serie de encuentros en los que su aportación fue prácticamente nula, culminados con una inexplicable expulsión en el Vicente Calderón a raíz de la cual fue perdiendo protagonismo. Su gran papel en la Copa de África y la llegada de Pepe Mel al banquillo herculino le otorgaron una segunda oportunidad que el marroquí tampoco supo aprovechar.
Guilherme: 6,2. Procedente del fútbol italiano, el brasileño poco a poco fue adueñándose de la medular, posición desde la cual aportó criterio al juego del equipo apoyado en su buen trato del balón. Su edad y adaptación al fútbol español hacen de él un jugador con un amplio margen de crecimiento, aunque para ello deberá mejorar sus prestaciones en la contención y evitar despistes y fallos en las transiciones defensivas, su principal punto débil.
Bruno Gama: 3,5. El gran recuerdo dejado en su anterior etapa como blanquiazul supuso que el regreso del portugués fuese acogido con especial entusiasmo por parte de la afición. Sin embargo, en ningún momento recordó a aquel futbolista vertical y desequilibrante que había encandilado a la grada y acabó convirtiéndose en una de las grandes decepciones.
Borges: 6,4. Indiscutible y un valor seguro. El tico sabe sacar rédito de sus dos grandes virtudes, el rigor táctico y el juego aéreo, algo que puso de manifiesto una temporada más. Fundamental en las jugadas a balón parado en ambas porterías y segundo máximo artillero del equipo con seis goles, su mejor registro realizador.
Kakuta: 3,3. El francés fue el elegido por la secretaría técnica para reemplazar a Babel y terminó engrosando la lista de grandes decepciones de la temporada. Condicionado por el mal estado físico, tuvo en el doblete anotado en el Ramón Sánchez Pizjuán su único y efímero momento para el optimismo, ya que acabó siendo apartado del equipo debido a un grave acto de indisciplina protagonizado en el descanso del partido frente al Madrid.
Ola John: 4,8. Primera incorporación del mercado invernal y recién salido de una lesión, al holandés le costó mucho ponerse a tono físicamente. Los tropiezos y resbalones que caracterizaron sus primeras apariciones como blanquiazul se tornaron en pinceladas y destellos de calidad detrás de los cuales puede vislumbrarse un futbolista aprovechable.
Davy Roef: s.c. Formó parte del intercambio de cromos llevado a cabo entre Deportivo y Anderlecht. Cumplió con el rol de tercer portero y su buen trabajo fue premiado con la titularidad en el último partido del campeonato, un debut en el que el joven portero belga dejó muy buen sabor de boca.
Ryan Babel: 7,8. Su inesperada y tardía contratación generó muchas dudas entre la afición blanquiazul, y el estado de forma con el que se presentó en A Coruña no ayudó a disiparlas. Cuatro meses después puso rumbo al fútbol turco con un bagaje de cuatro goles en Liga y uno en Copa, alguno de bella factura y gran importancia como el de la victoria ante el Sporting en el último suspiro, y dejando tras de sí un enorme vacío del que el equipo no fue capaz de reponerse.
Borja Valle: 4,2. El joven futbolista berciano, debutante en la Liga Santander, disputó poco más de 300 minutos de juego repartidos entre Liga y Copa antes de recalar cedido en el Elche en busca de una continuidad de la que no gozó en el cuadro blanquiazul.
Rubén: s.c. El de Coristanco por fin vio cumplido el sueño de defender la camiseta del equipo de su infancia. Pese a partir con el rol de tercer portero fue el elegido para disputar el torneo de Copa, cuatro partidos en los que demostró poseer el nivel suficiente para ser titular, algo que refrendó durante su periodo de cesión al Anderlecht.
Lucas Pérez: s.c. Referente y líder del equipo, la incertidumbre que rodeó su futuro durante todo el verano tocó a su fin con un traspaso millonario al Arsenal que se produjo tras despedirse de Riazor anotando el gol de la victoria ante el Eibar en el primer partido de la temporada.
Óscar Pinchi: s.c. Pese a la polémica suscitada por unas declaraciones que le acarrearon una sanción disciplinaria del propio club, su buen papel y los grandes registros goleadores en el Fabril le permitieron asomar la cabeza en el primer equipo. Acumuló varias convocatorias y tuvo ocasión de debutar en Liga, y disfrutó de minutos en los dos partidos de Copa frente al Alavés.
Edu Expósito: s.c. El catalán se ha convertido en un valor en alza y referente del filial blanquiazul, lo que ha servido para que Pepe Mel ponga sus ojos en él hasta el punto de hacerle debutar en el primer equipo y hacerlo además como titular ante el Espanyol. No desentonó ni cometió errores, pero su sueño tan solo duró 45 minutos y se vio empañado por la mala imagen ofrecida por el equipo.
*La nota media de los jugadores del Deportivo es el resultado de las puntuaciones de toda la redacción de Riazor.org.