Juan Carlos Valerón tuvo sobre él los focos durante el partido del Deportivo ante Las Palmas. Mucho antes de irrumpir sobre el verde con la ovación en el minuto 21, después mientras calentaba por la banda, al saltar al césped y al final del encuentro llegando al círculo central para recibir el último aplauso de la grada de Riazor. El mediapunta de Las Palmas se mostraba agradecido por lo vivido en su comparecencia en zona mixta: «Está siendo muy especial volver a Coruña, a casa. Te esperas el ambiente y el cariño de la gente, pero luego cuando estás ahí sentirlo es increíble», admitió el futbolista de Arguineguín. «Uno no puede olvidar el pasado aquí en Coruña y siempre estás pendiente y mirando que todo le vaya muy bien», reconoció.
El jugador admitió que no sabe cuándo será su despedida en un año que para él está siendo «increíble». «Por mi vuelta a casa, por estar otra vez con el equipo de mi tierra en Primera División y poder volver aquí a Coruña en este momento, con los dos equipos en Primera y prácticamente con muchas opciones de mantener la categoría», resumió el futbolista, que asegura estar «centrado» en acabar este año «lo mejor posible». Coincidió que tanto él como Manuel Pablo se mantienen con las «ganas» de levantarse a «entrenar, a ayudar al equipo». «Los dos somos muy conscientes de que estamos acercándonos a nuestro final y trataremos de que sea todo muy normal, como somos nosotros», aclaró.
Sobre la victoria de Las Palmas incidió en que habían dado «un paso muy importante» pero, hasta que no sea matemática la salvación, apeló a seguir trabajando. Aventuró que posiblemente al Deportivo necesitará «un partido más», aunque está seguro de que conseguirá salvarse. Como anécdota, desveló que varios jugadores como Luis Alberto o Juan Domínguez le habían pedido la camiseta y que Manuel Pablo ya le había avisado de que llevase varias elásticas. «Para mí es un honor cuando los jugadores te piden la camiseta», indicó.