Francisco Jiménez Tejada ‘Xisco’ no ha olvidado lo que siente un futbolista al poner una ciudad a sus pies, marcando el gol que supone un ascenso tan merecido como necesario. El balear explica que devolver al Deportivo a la Primera División fue para él “un enorme orgullo” y que “nunca podrá olvidar la fiesta que se vivió en A Coruña aquel día”. Actualmente en las filas del Córdoba –en Segunda División-, tras haber disputado cinco temporadas como blanquiazul entre filial y primer equipo, el delantero recuerda aquel día mágico para Riazor.org.
En primer lugar, ¿Cómo te encuentras en este momento, con el Córdoba peleando por los puestos de playoff?
Estoy bien, ilusionado con la posibilidad de ascender. No voy a poder llegar para el próximo encuentro contra el Mallorca por unas molestias, pero ojalá se pueda lograr el objetivo.
Hoy se cumplen cuatro años del día en el que se consiguió el ascenso contra el Huesca, en Riazor. ¿Cómo recuerdas lo que se vivió aquel 27 de mayo?
Recuerdo que fue un día muy grande, sobre todo por lo que nos jugábamos. Veníamos de conseguir la victoria en un partido complicadísimo en Tarragona y sabíamos que no podíamos fallar. El ambiente era increíble.
La cosa se puso fea con el gol de Núñez, pero conseguisteis sacar el partido adelante…
Es cierto, todo se puso difícil. Sabíamos que si empatábamos o perdíamos nos complicábamos la vida. Aun así superamos el miedo y conseguimos el objetivo, en el escenario perfecto para culminar a lo grande el trabajo de todo el año.
¿Qué siente un futbolista cuando sale al campo desde el banquillo y marca el gol del ascenso para su equipo?
Personalmente significó muchísimo para mí. Venía de pasarlo mal durante todo el año por culpa de las lesiones y vivir ese final de temporada, marcando los goles decisivos contra el Nástic y contra el Huesca fue espectacular. Devolver al Deportivo al lugar que se merecía fue un honor.
¿Qué supuso para ti, como canterano, darle personalmente esa alegría a la afición tras todo el sufrimiento vivido?
Para alguien como yo que llegué joven al Deportivo, jugué en la cantera… conseguir un gol como ese es lo más grande que te puede pasar. Fue un momento único, un orgullo enorme entrar a formar parte de la historia del Dépor de esa forma.
Después de lo vivido el año anterior con el descenso, en aquel choque agónico contra el Valencia, ¿Os quitasteis un peso de encima consiguiendo la victoria?
Desde luego, cuando se consumó el descenso fue un palo durísimo para los jugadores. Sin embargo, pudimos quitarnos esa espina clavada y enmendarlo entre todos durante la temporada siguiente. Conseguirlo fue inolvidable.
¿Qué recuerdas de la celebración posterior, con el objetivo cumplido?
Nunca podré olvidar la fiesta que se vivió aquel día. No solo cuando pitó el árbitro. Desde que conseguimos el segundo gol el ambiente fue increíble. La fiesta sobre el terreno de juego, el post partido…nunca te llegas a imaginar lo que se siente cuando ves a la gente llorando de alegría por el equipo. La celebración en Cuatro Caminos con la afición, el recibimiento que nos prepararon en la Torre de Hércules con bengalas los Riazor Blues…realmente fue algo muy bonito.
Desde la distancia, ¿Sigues al Deportivo? ¿Cómo ves la situación actual?
Claro, sigo al Dépor todo lo que puedo y estoy al tanto de lo que pasa porque dejé muchos amigos en A Coruña, tanto en el club como en la ciudad. Se ha vivido un final de temporada con ansiedad y miedo a no certificar la permanencia. Después de la primera vuelta la gente esperaba más del equipo pero era muy complicado, ya avisó Víctor de que la segunda iba a ser más difícil por los campos que tocaba visitar, el cansancio… sin embargo se ha logrado el objetivo inicial. Durante la primera vuelta se consiguió un colchón importante que ha garantizado la permanencia un año más y eso es lo más importante. La pena ha sido no poder cumplir con esas expectativas generadas al principio.
Para terminar, ¿Te gustaría mandar algún mensaje a la que fue tu afición?
A Coruña tiene una afición increíble, en la que el club se debe apoyar para crecer e ir superando objetivos mayores año a año. Espero que el Deportivo sea cada vez más grande y el aliento de la gente será fundamental para superar cualquier dificultad que surja en ese camino. Si animan como siempre, lo conseguirán.