El Deportivo sucumbe ante un Osasuna que utilizó las mismas armas de Domingos Paciência para llevarse la victoria. Sobre todo tras un gol que no debió subir al marcador.
Triste final en un encuentro clave por la salvación. Osasuna y Deportivo se citaron en El Sadar en la primera jornada de la segunda vuelta, ocupando ambos los últimos puestos de la clasificación. Se preveía una lucha ferviente por cada balón, un ambiente caldeado, un choque a vida o muerte entre dos equipos que necesitaban los tres puntos como el comer. Se preveía que fuese un ‘tú o yo’. Pero no lo fue.
Osasuna ganó continuamente los cueros divididos, corrió más y mejor; chocó, bregó, se peleó en cada salto, en cada córner. Y no dio un balón por perdido. El Dépor, por su parte, salió revolucionado al campo y la presión del momento y el ambiente les superó. Incómodos con la posesión, nerviosos y desperezados vieron cómo un gol ilegal subía al marcador cuando entraron por fin en el partido. Fue entonces cuando Osasuna armó a su equipo atrás y se aprovechó de los errores para atacar al contragolpe. Exactamente lo que buscó Domingos Paciência frente al Málaga y la Real Sociedad. Mendilibar le estaba dando al luso de su misma medicina.
Tras el descanso, volvió la zozobra. Una falta de Álex Bergantiños en la frontal propició un saque hábil de Osasuna cuando ningún jugador deportivista estaba pendiente del balón. Gol de Nino y distancia insuperable. Ni dos mano a mano de Nelson pudieron remontarlo.
UNO POR UNO:
Aranzubia: 4. El primer tanto es imposible, pues el disparo de Sola tras el escorzo fue muy ajustado. El segundo quizás también, ya que el tiro de Nino toca en alguien.
Manuel Pablo: 4. Combativo en el lateral diestro, el capitán fue el mejor de la línea defensiva.
Aythami: 3. Bien en el juego aéreo, pero lento en la anticipación. A la hora de distribuir, le quemó el balón.
Zé Castro: 3. La ausencia de un mariscal en defensa demanda que sea él quien asuma ese rol, aunque parece que le queda grande.
Sílvio: 2. Superado. Encuentro para olvidar del luso en su debut como titular, que vio como Álvaro Cejudo le ganó la partida una y otra vez.
Bergantiños: 3. Le costó ser el encargado de sacar el balón jugado desde atrás, al situarse unos metros por delante de Assunçao. Se asomó con peligro.
Assunçao: 4. Mejor en la segunda parte, cuando su trabajo fue destruir el juego y no crearlo.
Bruno Gama: 2. No le salió nada. Al portugués le costó desbordar a Damiá por banda derecha.
André Santos: 2. Después de haber aportado en los dos primeros encuentros, en Pamplona apenas se le vio.
Pizzi: 2. La pide siempre y nunca se arruga, pero ayer estuvo muy desafortunado con el balón en los pies. Dio, no obstante, la asistencia a Camuñas.
Riki: 4. Luchó y peleó como acostumbra. Empezó como una moto y se fue diluyendo al paso de los minutos hasta acabar lesionado.
Nelson Oliveira: 3. Se plantó dos veces delante del portero, y desperdició las dos. También propició esas ocasiones, que es importante destacarlo, aunque fue cuando el Dépor estaba más volcado.
Valerón: 5. Dio criterio al ataque coruñés los minutos que estuvo sobre el césped.
EL MEJOR:
Camuñas: 5. El madrileño marcó en el estadio que un día le alentó y que todavía le recuerda con cariño. Por el gol, que a final de temporada puede ser clave, y por su movimiento en ataque, fue el mejor blanquiazul en El Sadar.
LAS CLAVES:
Un gol que no debió subir al marcador. Pérez Lasa y sus asistentes no vieron la posición antirreglamentaria desde la que parte Armenteros para centrar a Kike Sola. En un partido con la trascendencia del de ayer, esta acción no debe quedar impune.
Ocasiones de Nelson. El portugués gozó de dos ocasiones clarísimas para cambiar el rumbo del partido, pero Andrés Fernández le adivinó las intenciones.
LO MEJOR:
Postrero tanto. La diana de Camuñas en el 92’ supone para el Deportivo vencer a Osasuna en el golaverage particular. Quién sabe lo decisivo que puede ser a final de temporada.
LO PEOR:
El resultado. Primer match-ball de la temporada y el Dépor sale derrotado. En tres semanas, tiene la opción de revertir la situación contra el Granada.
La línea de tres mediapuntas. Ni Bruno ni André ni Pizzi, nulos en creatividad, supieron buscarle las cosquillas a la defensa rojilla, que se impuso una y otra vez.