500 aficionados. El Deportivo ya sabe que ese será el apoyo que tendrá en vivo en Riazor para el importante encuentro con el Zamora. El conjunto blanquiazul cerrará la primera fase en casa con la opción de clasificarse entre los tres primeros y tendrá medio millar de gargantas en las gradas, justamente el mismo número que contra el Pontevedra.
Se esperaba que el alivio de las restricciones sanitarias permitiera aumentar el aforo del recinto coruñés, pero la Xunta quiere ir con precaución y no ha modificado ese tope esta vez, según recoge el Diario Oficial de Galicia. En eventos cerrados, como los del Palacio de los Deportes, el máximo permitido será de 250.
En los próximos días, el club blanquiazul iniciará el proceso de reparto de localidades entre sus socios protectores, como ya ocurrió en el último partido en casa. La esperanza es la situación evolucione positivamente en las próximas semanas y para los tres partidos de la segunda fase se permita el acceso de un número más elevado de espectadores.
El contraste con el Ruta de la Plata de Zamora
Hay cierto descontento entre la afición deportivista tras conocerse la noticia. Primero por no entender que el límite de Riazor, con más de 30.000 asientos, sea de 500, y tanto en Barreiro como en O Vao se hayan visto en los últimos días una cifra muy similar. Y segundo por el agravio que ha supuesto durante prácticamente todo el curso que los equipos salmantinos y el Zamora hayan contado con miles de personas en sus estadios. El propio Roberto Baleato, jugador del Compostela, reconocía esta semana en A Balón Parado que fue uno de los factores por los que el equipo santiagués fue de más a menos en el partido del pasado domingo ante el Zamora en el Ruta de la Plata.