Álex Bergantiños no oculta que el Deportivo está atravesando una situación muy delicada y cree que sólo un resultado lo arreglaría: «No estamos en los puestos que nos gustaría y estamos en el peor tramo de temporada. Mucho tiempo sin ganar y necesitamos sentir lo que es una victoria cuanto antes. Al final lo que importa es ganar y cuando estás en esta dinámica lo necesitas, independientemente de cómo sea el juego«.
El capitán todavía no se explica muy bien cómo se les escapó el duelo con Osasuna: «Empezamos bien y con dos balones largos tuvieron un acierto del cien por cien. Luego el partido cambió y estuvieron más cómodos. En la segunda parte nos atascamos. Están en un momento dulce. Rubén la mete por la escuadra, en un balón largo, casi despeje, se plantan delante del portero… nosotros estamos en un momento más débil y esos golpes los acusamos más mentalmente».
El capitán explica los primeros días de Martí como nuevo entrenador: «Ha llegado con muchas ganas, intentando modificar conceptos tácticos e impulsar el tema anímico. De momento ha tenido poco tiempo para que se vea un cambio radica, pero se han visto pequeñas cosas y esta semana tendremos más tiempo. Pero sobre todo son las ganas con las que llega, eso siempre refresca un vestuario en los malos momentos. Intensidad y frescura cuando el equipo está más en modo depresivo».
No quiere mirar más allá del partido ante el Extremadura y evita poner la exigencia o la presión como excusa: «Todos los que vinieron aquí sabían la exigencia que iba a haber. La exigencia de los ascensos. La mayoría de jugadores son conscientes de lo que es la categoría. Es la más igualada del mundo. Hay sorpresas todos los años. Sabíamos que habría esa dificultad, pero teníamos ilusión de tener mejores resultados a estas alturas. Si queremos ser buenos jugadores tenemos que pasar por estos momentos y en las últimas jornadas demostrar que estamos preparados».
Bergantiños habló precisamente de ese próximo encuentro y el regreso de un viejo conocido como Manuel Mosquera en el banquillo extremeño: «La dificultad está, sobre todo, por medirse a un equipo en buen momento anímico. Manuel es un hombre que conoce el equipo y el club y le permitirá saber todo lo que considere puntos débiles. Los jugadores vendrán con toda la confianza del mundo a intentar salir de los puestos de descenso. Serán dos rachas anímicas confrontadas».