Ayer se produjo la destitución de Tito Ramallo, quien deja de ser entrenador del Fabril tras un mal comienzo de temporada, con el equipo empatado a puntos con el colista, el Rápido de Bouzas. De esta manera, el técnico coruñés finaliza de forma prematura su segunda etapa en el filial deportivista, conjunto que el año pasado logró finalizar en posiciones de playoff.
El Fabril de esta temporada inició la competición con muchos cambios en su plantilla, al igual que con una nueva filosofía, en la que se priorizaba más la formación. El regreso de Ramallo al banquillo fabrilista no fue del todo malo, estando cerca de sumar los tres puntos en el debut liguero. Su siguiente compromiso fue ante el Celta B, un derbi de filiales en el que los blanquiazules se mostraron muy serios sobre el terreno de juego, aunque un error individual le permitió a los vigueses llevarse la victoria.
Tito Ramallo hizo cambios constantes en el once y en el esquema, pasando de una defensa de cinco hombres a un sistema en el que fortalecía el centro del campo, sin encontrar un resultado satisfactorio con ninguno de ellos. Pese que su equipo conseguía incomodar a las defensas rivales y lograba hacerse dueño de la posesión, pecaba en otros aspectos. Fallos de concentración y varios errores acabaron condenando al Fabril en multitud de partidos, dejando la sensación de que el rival sabía y entendía mejor lo que debía hacer sobre el césped.
Tras cuatro derrotas consecutivas, todas ellas por la mínima, los herculinos sumaron su primera victoria en Liga. Un solitario gol de Quique Fornos permitió que los de Abegondo consiguieran su único triunfo hasta la fecha, en un partido en el que los deportivistas realizaron un buen encuentro, mostrándose más seguros y cómodos con el marcador a favor. Sin embargo, la reacción del cuadro coruñés fue un espejismo, completando un mal encuentro en la siguiente jornada, ante el Guijuelo, que finalizó con victoria para los salmantinos.
Ante el Unión Adarve, ni estando por delante en el marcador supieron controlar el partido, que de nuevo finalizó en victoria visitante en Abegondo. Los de Tito Ramallo cedían ante las acometidas rivales y no lograban superar las líneas contrarias, abusando por momentos del pase largo y las acciones individuales. El útimo partido disputado, ante el Sanse, fue el detonante para la destitución del técnico, que vio desde el banquillo cómo sus pupilos fueron sobrepasados en gran parte del choque, sin tener capacida de reacción.
4 puntos de 27 posibles, con 7 goles a favor y 13 en contra. Con estos números, Tito Ramallo pone fin a una fugaz segunda etapa, dejando al equipo en puestos de descenso. Con la plantilla actual se espera que el relevo del preparado coruñés sea capaz de reconducir la trayectoria del equipo, así como continuar con la formación de los jugadores, buscando canteranos capaces de pelear por un puesto en el primer equipo.