Por fin lo dicho en las ruedas de prensa se ha visto reflejado en el campo. El Deportivo fue otro en San Mamés. Si ante el Málaga ya había dado muestras de un juego reconocible, ante el Athletic Club lo certificó. Con un inspiradísimo Adrián y un revulsivo Borja Valle, los de Seedorf superaron por 2-3 a los de Ziganda, aunque teniendo que sufrir.
Apostó Clarence Seedorf 4-3-2-1 sin rombo, dejando a Lucas Pérez en punta. Y funcionó a la perfección en la primera parte, hasta el punto de noquear en un cuarto de hora a un Athletic que no sabía por dónde le llegaban los golpes. Estos venían de un equipo que apostó por la combinación en corto y sobre todo, un juego alegre.
Primero en un saque de esquina. Lucas Pérez sacó de esquina, Schär la tocó para que Adrián hiciese el primero. Poco después llegaría el mejor partido de la noche. Lucas se la dejaba de tacón a Krohn-Dehli, que se la devolvería al coruñés, y este puso un centro perfecto a Celso Borges que dejaría una asistencia milimétrica a Adrián. Y eso que antes del descanso, Lucas Pérez pudo cerrar el partido ante Kepa.
La lesión de Adrián trastocó los planes del Deportivo y Ziganda además introdujo a Aduriz. Quien nada más entrar hizo el 1-2 y le metió el susto en el cuerpo a un Dépor que reaccionó gracias a una asistencia con música de Lucas a Borja Valle. Y como lo del sufrimiento le va mucho a la blanquiazul, Susaeta marcó un gol olímpico con la colaboración de Rubén. De ahí hasta el final, el guardameta de Coristanco salvaría la papeleta en varias ocasiones. Suma el Deportivo así dos victorias consecutivas, hay motivos para creer.