Llegó al Deportivo en 2016 como una apuesta, pero hasta el momento Borja Valle no ha tenido todo el protagonismo que se le presumía. El berciano pelea en su segunda pretemporada como herculino por un hueco en una plantilla en la que la temporada pasada solo logró mantenerse hasta enero, momento en el que puso rumbo a Elche como cedido. Esta vez, el ex del Oviedo trata de convencer a Pepe Mel de que este puede ser su año y parece que por el momento lo está consiguiendo.
Pese a que no tenía un hueco claro en la plantilla, el ponferradino ha afrontado esta pretemporada como una buena oportunidad para sorprender a un entrenador al que no conocía. Dispuesto a jugar en cualquier zona del campo, Borja Valle comenzó los amistosos de pretemporada como lateral derecho para más tarde ser el delantero del equipo al tiempo que alternaba con su posición original, la de extremo. Su aportación al equipo durante esta fase de preparación se culminó el sábado en Riazor y es que en el Teresa Herrera se estrenó como goleador en el estadio blanquiazul.
Su implicación y sacrificio han convencido a un Pepe Mel que, en una entrevista para La Voz de Galicia, ha confesado la intención de que el centrocampista continúe: «Hay jugadores como Borja Valle que se han ganado con su trabajo disputar la temporada con nosotros«. El exoviedista sabe que su polivalencia es un punto a favor. «Si el entrenador lo ve como algo positivo, yo también lo tengo que ver así. Sea en la posición que sea, buscaré crecer«, afirmó este sábado tras el partido.
Con solo 200 minutos en Liga durante la temporada pasada, el futbolista berciano tratará de seguir sumando partidos en la máxima categoría e intentará ser igual de importante que en el Elche durante la segunda vuelta del año pasado. Con el equipo ilicitano jugó 17 encuentros, anotó cuatro goles y dio una asistencia, algo que no bastó para salvar a los blanquiverdes de la Segunda B. Ahora, en el Deportivo, tratará de demostrar por qué el conjunto gallego puso sus ojos en él.