Las reflexiones de Eneko Bóveda suelen ser interesantes y así está percibiendo el funcionamiento del VAR, sobre todo después de los últimos encuentros del Deportivo: «Alrededor del fútbol no es una novedad que se pase más tiempo hablando de arbitrajes que de fútbol. Era así sin VAR y lo es con VAR. Me da la sensación de que el hecho de que haya VAR le da más fuerzas a todos aquellos que quieren protestar, porque hay más gente que falla. Invita más a la protesta, yo creo. No creo que el VAR haya sido una aportación muy grande al fútbol, al menos de momento. Nadie tenemos demasiado claro cuando se echa mano de la herramienta. A veces da la sensación de que para los árbitros resultado incómodo. Porque dependes de una realización, de la calidad de la toma y de otra persona. Yo pienso que todos asumimos que con el VAR bajaría el número de desaciertos. Se falla menos, pero al mismo tiempo hace que cada fallo influya más en el resultado. Es como que se pierde la aleatoriedad. No sé hasta que punto el fútbol es realmente más o menos justo con esta herramienta».
Más allá del VAR, Bóveda se refirió concretamente a la jugada del gol del Málaga y explicó el porqué de las protestas: «La mano a alguno le parecerá voluntaria, a otros involuntaria, trascendente… lo que pasa es que a principio de temporada nos dicen que si hay mano, aunque sea un roce, de un atacante, automáticamente se dejan a un lado las interpretaciones y se pita. Cosa que no pasa si es en defensa. Por eso la protesta fue tan vehemente. Insistíamos que no se trataba de interpretar, sino de aplicar algo que nos habían dicho que era así. No entendíamos cómo no rectificaba. Porque a mí me parece entendible que considerara la acción involuntaria o poco trascendente, pero hay una norma, que creo que sigue vigente, y que era esa. De ahí las protestas«.
Bóveda, centrado en el partido del domingo
Bóveda reconoce que, además de la derrota, lo peor del partido en La Rosaleda fue la sensación de impotencia del equipo. Pero no le da más vueltas y fija su objetivo ya en el domingo, sin mirar siquiera a lo que hagan rivales directos: «Queremos sacar una victoria cuanto antes. No hay que mirar calendarios ni hacer quinielas. Hay que estar ocupados en lo que podamos influir y preparar el partido como el más importante del año. Es un partido precioso ahora, el más bonito. Las vueltas a la cabeza las menos posibles y a competir y disfrutar de un premio que es humilde, pero que está ahí».
Si logra ese premio, el lateral reconoce que no será nada de lo que presumir, pero internamente se celebrará por todo lo alto: «No se me ocurriría ir con el pecho fuera por A Coruña por conseguir la salvación en Segunda con el Dépor. Pero dentro del vestuario sería un logro, un desahogo tremendo, porque realmente ha estado difícil en muchos momentos. Y sigue estando difícil. Seguro que muchos habían perdido la fe. En privado y con la boca pequeña lo celebraríamos muchísimo«.