El Deportivo volvió a la senda de la victoria tras tres partidos sin hacerlo. Los de Borja Jiménez doblegaron a un Calahorra que consiguió recortar distancias en los minutos finales. Un triunfo, como siempre, impulsado por los cánticos desde la grada.
La hinchada animó desde el primer momento a un Deportivo que salió nervioso ante el Calahorra. Aunque sí hubo momentos de murmullos, se impusieron los aplausos y las voces de ánimo a un equipo que poco a poco fue mejorando sus prestaciones.
La explosión llegó con el gol de Alberto Quiles. El delantero del Deportivo presionó a Iricibar y terminó llevándose el premio al trabajo. Un 2-0 que celebró por todo lo alto con sus compañeros, haciendo piña.
Si has estado en Riazor, búscate en la galería de nuestra fotógrafa Mónica Arcay.