La Primera RFEF sigue tomando forma para su temporada inaugural y ya ha definido los dos grupos para la 2021-22. En Riazor.org hemos puesto en marcha el primer serial del verano para darle contexto al camino de cada rival del Deportivo para llegar a esta nueva categoría. Esta vez es el turno del Badajoz.
En esta nueva entrega ponemos el foco en uno de los grandes proyectos existentes en la categoría como era el del Badajoz. El desembarco en la entidad del exfutbolista y ahora empresario Joaquín Parra vino acompañado de la promesa de devolver al club al fútbol profesional. Para ello se había concedido un plazo de tres temporadas que vencía este curso. La hoja de ruta parecía cumplirse a la perfección con una campaña de auténtico ensueño, truncada en el último momento por el modesto Amorebieta.
Del surrealismo de pretemporada a pasar el rodillo
La exigencia del proyecto y las prisas del propietario por ver encauzado el objetivo quedaron ya patentes incluso antes de dar comienzo la competición. Las malas sensaciones ofrecidas durante la pretemporada hicieron que Joaquín Parra no dudase en cesar a Pedro Munitis a falta de solo una semana para el estreno liguero. Provisionalmente tomó las riendas del equipo Cidoncha, pero un empate en la primera jornada propició la contratación de Fernando Estévez. El técnico andaluz enderezó el rumbo a las primeras de cambio hasta el punto de conseguir un equipo perfectamente engrasado y casi infranqueable. Los números así lo demuestran, con solo una derrota y nueve tantos encajados. Unos registros que le permitieron acceder a la fase por el ascenso como líder destacado de su grupo y medio billete al playoff de ascenso ya en el bolsillo.
El “Viverazo” del Amorebieta condena al Badajoz a la Primera RFEF
El arranque de la segunda fase de competición refrendó la solidez y la condición de favorito al ascenso del Badajoz. Los pacenses prolongaron su imbatibilidad hasta sellar su clasificación para el playoff como campeón de grupo por la vía rápida. Así las cosas dispuso de un mes para preparar a conciencia una fase final a celebrar precisamente en Extremadura. Superó el primer escollo doblegando con solvencia al Zamora en semifinales, lo que le dejaba a un solo paso del ascenso y en un escenario poco menos que impensable a inicio de temporada. A un solo partido de Segunda a disputar en su propio feudo y ante uno de los equipos más modestos de toda la categoría como el Amorebieta. Pero la grandeza del fútbol deparó la enésima sorpresa y el conjunto vasco sumió en la más absoluta decepción al Nuevo Vivero y a un Badajoz que competirá en Primera RFEF.