Óscar Cano habló esta mañana sobre el Unionistas vs Deportivo y concretamente sobre el rol que se puede esperar de Diego Villares, que apunta al lateral ante la baja de Antoñito. El técnico no desveló sus planes, pero sí aprovechó la ocasión para deshacerse en elogios hacia el de Vilalba y su capacidad de adaptación: «Villares es un jugador que tiene como bandera la versatilidad. Son muchísimas las conversaciones que he tenido con gente del fútbol, de aquí y de fuera, y ha salido el tema Villares. Hay gente que lo asemeja, salvando las distancias, a Fede Valverde porque puede jugar por dentro y por fuera. Otros me han preguntado si no lo he probado cerca de Lucas por la presión que puede ejercer ante equipos que tienen buena salida de balón. Nosotros podemos tener nuestra idea, pero cada una de las cosas que dice la gente sobre Villares no es disparatada. Te paras a pensar y dices: es que puede ser bueno en cualquier lugar. Tenemos un comodín que es un 8 en cualquier lugar del campo. Esa versatilidad nos ayuda mucho. Sobre todo a los entrenadores porque siempre tenemos ahí a un jugador para hacer distintas cosas».
Ya hablando más concretamente de cuando juega como centrocampista, Cano matiza que es especialmente efectivo ante equipos que construyen con muchos pases: «A mí me quedaba una duda y él me la ha despejado: esa posición de estar entre centrales, salir, volver a completar esa línea por dentro… No lo veía ahí cuando llegué y me atreví a ponerlo el día del Castilla y el otro día y lo hizo fenomenal con esa capacidad de dar un paso hacia atrás y hacia delante. Corrige porque tiene una lectura de las cosas encomiable. Y después cuando va a presionar hacia delante, ya sabemos que es un chico muy peligroso. Pero también hay que analizar cómo construyen los ataques los rivales. Si son equipos que filtran pases por dentro, tienen juego interior porque hay grandes receptores, ahí se agiganta su figura. Pero si es un equipo mucho más directo, que juega por fuera y que tiene como costumbre utilizar otro tipo de criterios, no se agiganta porque la pelota no pasa por ahí».