Carles Gil se ha mostrado en línea con el resto del vestuario y acoge bien la llegada de Clarence Seedorf al Deportivo: «Nuevo entrenador, nueva etapa. Llega con la primera idea de llenarnos de energía positiva. De confianza. Se encontró un vestuario anímicamente fastidiado por los últimos partidos. Nos han tocado dobles sesiones que nos han venido bien para conocernos y también para seguir uniéndonos más».
De todas formas, el valenciano lamenta la marcha de Cristóbal: «Cada vez que sale un entrenador da mucha lástima. Son gente con la que trabajas mucho tiempo y acabas cogiendo cariño, salgan las cosas mejor o peor. Es una putada. Los jugadores somos los principales responsables porque somos los que salimos al campo. Le deseamos la mayor de las suertes».
De hecho, Gil es consciente de que tanto cambio de técnico no tapa el mal rendimiento de la plantilla: «Claro que estamos expuestos, como cada fin de semana. Somos responsables de lo que pasa y llevamos una temporada muy mala. Tenemos que salir el lunes sabiendo que podemos cambiar todo lo que hemos hecho mal hasta ahora. Encima en un partido vital delante de nuestra afición».
El zurdo no esconde la importancia del duelo con el Betis: «No es que sea el último cartucho, pero tenemos que tomárnoslo como una final. Es una situación crítica y es decisivo para coger ánimos. Sería importante conseguir una victoria. En la cabeza tenemos que sólo vale ganar«. Sabe, eso sí, que no será fácil: «Es un equipo fuerte y compensado. Tiene buenos jugadores y una idea muy clara marcada por su entrenador. En ese sentido es un equipo fácil de analizar porque saben lo que quieren».
Carles Gil destacó las primeras ideas que trata de transmitir Seedorf, «nos está marcando mucho el tema de la intensidad, ve que llegamos bien a la presión pero nos falta ese punto de agresividad para robar o hacer falta». Reconoce, además, que su palmarés como jugador es un plus a la hora de llegar al futbolista: «Respeto lo hay con todos los técnicos, pero lógicamente con Seedorf además hay ese punto de admiración. Fue un gran jugador que todos hemos visto y admirado, pero ahora tenemos que verlo como nuestro entrenador».