Un filial con talento pero, sobre todo, con identidad. El Celta Fortuna se mide al Deportivo (Balaídos, 21:00 horas) con el liderato recién perdido después de dos derrotas consecutivas relativamente mentirosas. Pero dos derrotas a la vez ilustrativas del vértigo a las alturas que le puede producir a un equipo tan joven el mirar hacia abajo y ver a todos los enemigos a rebufo.
El técnico Claudio Giráldez sigue demostrando día tras día que el Celta Fortuna es un equipo de autor, pues ha conseguido dotarle en este año y medio de un sello característico que poco tiene que ver al actual primer equipo de Benítez y que, a la vez, enorgullece a todo el celtismo. No solo por su estética, sino que también por su competitividad. Porque su propuesta atrevida se ve traducida en resultados.
Lo hizo el pasado curso, con una semifinal por el ascenso en la que a punto estuvo de lograr el pase. Y lo está haciendo esta campaña, en la que apunta a repetir presencia en el playoff de ascenso a pesar de las bajas ‘oficiales’ de Iker Losada o Javi Castro y las ‘extraoficiales’ de Hugo Sotelo o Miguel Rodríguez, con el primer equipo de manera constante.
También apuntaba a ausencia Hugo Álvarez, carrilero zurdo indiscutible para Claudio y extremo habitual en las últimas semanas con el primer equipo, condicionado por la ausencia de Bamba. A pesar de que el extremo costamarfileño sigue compitiendo en la Copa de África, el club celtiña ha decidido que el ourensano juegue con el filial, con el que había sumado tan solo 53 minutos en el último mes y medio -no jugó con el primer equipo en Mallorca y participó en la segunda parte contra el Nàstic con el filial-.
De este modo, el Celta Fortuna se refuerza en un ala con Álvarez y en la otra con Javi Rueda. El malagueño, uno de los fichajes este verano, no ha podido jugar los dos últimos partidos por sanción y bien que lo notó su equipo. Su regreso al carril derecho permitirá a Javi Rodríguez volver a la línea de tres en la retaguardia, que ha sido una de las evidentes debilidades del equipo, penalizada en los últimos encuentros por la ausencia del poiense y también de un Javi Domínguez que ha coqueteado con la primera plantilla.
Suma necesaria amenaza por fuera un equipo que junta mucha gente por dentro para desarrollar un fútbol asociativo pero con tendencia a acelerar gracias al dinamismo, la precisión y la interpretación de sus futbolistas. No es casualidad que el Celta Fortuna sea el máximo goleador del Grupo 1 de Primera Federación, con 34 tantos en 20 partidos. Más allá de esta alta media, sobresale el hecho de ver cómo en tan solo 2 encuentros se ha quedado sin mojar el conjunto vigués. El primero, en Sestao. El segundo, hace dos semanas ante el Nàstic en Barreiro, en un encuentro en el que el 0 solo se explica por la gran actuación del meta Varo.
No solo es el equipo celeste el máximo goleador, sino que esos datos no se explican por pegada, sino por juego. Porque el Celta Fortuna es el equipo que más produce tanto en disparos (casi 12 por encuentro) como en goles esperados o xG (1,63). Sus números en ataque asustan y están basados en un fútbol asociativo (437,5 pases por encuentros, solo menos que el Barça Atlètic) de alto ritmo.
El Celta Fortuna, gol sin goleadores
Y todo a pesar de no disponer de un goleador nato. No lo es Pablo Durán, delantero centro en la ida y autor de la diana en Riazor, que ahora parece haber perdido su sitio como punta de lanza en el 3-4-2-1 de Claudio. Tampoco Dani González, llegado del Atleti, o Alfon, de sobra conocido para la afición deportivista y máximo anotador con 7 dianas. Y ni mucho menos lo es Raúl Blanco, capitán del filial que ha bajado algo el excelso nivel con el que arrancó la temporada.
Entre todos ellos se repartirán, probablemente, las tres plazas más ofensivas de un equipo que tiene en el Damián Rodríguez-Miguel Román un doble pivote de altura para la categoría. El primero ejerce no solo como dueño del balón parado con su zurda, sino como elemento clave en los primeros pases del equipo.
El segundo continúa con su evolución que cada vez le hace ser un mediocentro más completo. Del pivote posicional que equilibraba una barbaridad y jugaba fácil en su primer año sénior, en el que fue la gran revelación del Pontevedra que ascendió a Primera RFEF, a un futbolista capaz de ser clarividente en todas las alturas del campo con pelota y, a la vez, esa capacidad de recuperación que nunca ha perdido.
Ambos centrocampistas son los primeros en dotar de fluidez a un Celta Fortuna que es un torrente ofensivo todavía más potenciado confluir hacia el Río Alto que supone Balaídos. La escuadra viguesa apenas ha podido competir en el estadio del primer equipo este curso. Pero cuando lo ha hecho, ha solido salir victorioso. 3 victorias en 4 encuentros, con el único lunar de la desgraciada derrota contra el Cornellà en la ya lejana tercera jornada. Una muestra del potencial de un bloque que sabe cómo aprovechar los espacios que ofrece el estadio de Primera en comparación con un Barreiro en el que, pese a todo, ha ido sacando muy buenos números.
Atrás, el Celta Fortuna recuperará parte de su solvencia gracias al regreso a la zaga de piezas importantes como ‘los Javis’, ya citados. Ellos, junto a Joel López, son claves para dotar de solidez en los duelos decisivos a una última línea no tan expuesta como podría parecer por el estilo ofensivo del equipo. Porque, tal y como demostró en Riazor, el Celta también sabe defender.
Así, con una enorme capacidad para amenazar y unos conceptos defensivos más que buenos, el Celta Fortuna amenaza al Deportivo. Torrente ofensivo le sobra. Pero si se potencia por las alas con el regreso de Rueda -que lo equilibra todo- y el ‘fichaje’ de Hugo Álvarez, todavía más.