El mejor equipo de las últimas 10 jornadas. Un conjunto que llevaba 11 encuentros consecutivos sin perder hasta tropezar en Mérida. El tercer mejor local de la categoría. Y la escuadra con, probablemente, las dos mejores bandas del Grupo 1 de Primera Federación. Así es el Racing de Ferrol, un conjunto que llega al derbi ártabro con unos guarismos muy similares a los de un Deportivo que tiene que dar un paso adelante a domicilio.
No parece A Malata el terreno más propicio para ver esa reacción deportivista, claro. Pero será más fácil conseguirlo si logra controlar las muchas virtudes de su rival y es capaz de incidir en los defectos que ha venido demostrando incluso en esta buena racha de resultados.
Las bandas y la presión, las fortalezas del Racing de Ferrol
El Racing de Ferrol no engaña a nadie. Los extremos Carlos Vicente y Héber Pena están siendo los jugadores más desequilibrantes del equipo departamental. Y eso es porque el cuadro verde optimiza sus cualidades. Porque el equipo dirigido por Cristóbal Parralo acaba casi todos sus ataques por fuera. Lo tiene muy claro: las acciones definitivas deben pasar sus extremos. Bien en el remate, bien en el centro.
De este modo, Héber y Vicente tienen un protagonismo capital en un Racing con dos cuchillos por fuera capaces de golear o asistir. Porque entre ambos suman 23 goles y asistencias. A esa cifra de tantos materializados o regalados se le suman los 13 (10 goles + 3 pases de gol) de un Manu Justo que, como punta, ejerce de complemento ideal. Porque es amenazante a la espalda para generar espacios a sus compañeros exteriores. Pero también tiene una buena intrepretación y timming para saber cuándo y en qué zona de remate aparecer para transformar los pases desde los carriles periféricos.
De este modo, no es que Héber Pena y Carlos Vicente sean capaces de desequilibrar por sí mismos y el Racing de Ferrol se abone a su inspiración individual. Es que el equipo de Parralo tiene mecanismos y capacidad para construir por dentro para cerrar al rival y, entonces, encontrar la sorpresa fuera. Especialmente habitual es el pase entre central y lateral buscando la ruptura de Carlos Vicente. Tan simple y tan efectivo.
Porque los centrales racinguistas sacan el balón de manera aseada, el doble pivote Manzanara-Bernal aporta equilibrio pero también capacidad para distribuir sin florituras. Y el joven mediapunta Luis Chacón está explotando gracias a su capacidad para aparecer entre líneas y elegir soluciones correctas para darle dinamismo al juego.
Si a esta capacidad para tener el balón sin prisa pero sin pausa se le une una gran habilidad del equipo para ocupar las zonas de remate y amenazar al rival desde diferentes puntos cada vez que existe la posibilidad de colocar un centro lateral, obtenemos a un Racing de Ferrol que distribuye su caudal ofensivo por sus tres carriles. Por más que termine encontrando el veneno cuando logra que ese balón interior acabe fuera.

Al margen de saber cómo potenciar las habilidades de Pena y Vicente, el conjunto departamental es un muy buen bloque en la presión adelantada. Parralo suele apostar por ir a buscar al rival muy arriba. Y no le hace falta marcar hombre a hombre para dificultar mucho la salida de su rival, pues los suyos son capaces de interpretar perfectamente las distancias, alturas y trayectorias de acoso para generar problemas a casi todos los equipos que buscan salir desde atrás combinando. También en el press tras pérdida es agresivo el Racing, que ha logrado marcar varios de sus últimos goles a partir de robos muy altos, como en el encuentro ante el San Fernando.
Un equipo que encaja poco, pero con dudas en la última línea
De este modo, el Deportivo deberá controlar muy bien cómo y cuánto reciben Héber Pena y Carlos Vicente. No solo se trata de evitar que la tengan, sino sobre todo de que cuando lo hagan, estén incomodados por los laterales y con ayudas cercanas. Así, serán claves las vigilancias ofensivas de unos laterales que, probablemente, deberán proyectarse menos en ataque. Pero también será importante la concentración para, a pesar de mirar balón, no dejar de referenciar al extremo en cuestión.
Mientras, para gestionar el bloque alto del Racing, no sería nada descabellado ver a un Deportivo que apuesta claramente por construir por fuera para evitar pases interiores. Y que lo hace con una salida, en muchos casos, en largo hacia la espalda de la defensa rival. Porque sí, a pesar de sus buenos registros, la última línea del Racing de Ferrol es, claramente, la que más dudas ofrece.
Varias de las situaciones de gol que ha concedido un equipo que es el que menos remates permite (solo 7 de media por partido) han llegado en envíos directos para la disputa bien en el cuerpo a cuerpo (goles del Ceuta o del Rayo Majadahonda), bien al espacio. Los laterales, cojos desde el inicio del curso tras las lesiones de Pumar y Ferrone, han ido ofreciendo muchas dudas a lo largo de toda la temporada.
Parralo ha probado de todo. En Mérida jugaron dos naturales como los jóvenes Enol Coto y Brais Martínez. Pero no sería descabellado que al menos por el primero de ellos entrase un central como Quique Fornos para devolver a Jon García al eje de la zaga, junto a David Castro.
Precisamente a García le cuesta correr hacia atrás, por lo que si el Deportivo logra emparejar a su punta con él para atacar la espalda de David Castro en diagonal o directamente la del central vasco con envíos poco previsibles (circulando el balón previamente antes de jugar directo en vez de golpear en largo a las primeras de cambio), puede hacer daño. Un ejemplo fue el penalti que provocó el Algeciras. En este sentido, no sería nada descabellado volver a ver en el once a Max Svensson, un futbolista muy incómodo que incide en la psicosis de quien tiene dudas.
Otro punto a explotar es el balón parado. El Racing de Ferrol cayó en Mérida con dos concesiones en dos córners. También el San Fernando anotó en A Malata en una falta lateral lejana en el que el cuadro verde permitió dos toques en su área por un marcaje laxo. Y el Córdoba, en el partido aplazado, también le empató de córner atacando la zona del área pequeña a la altura del primer palo. Sin ser un punto demasiado débil a lo largo de todo el curso, el cuadro ferrolano ha mostrado debilidades en los últimos partidos que un Deportivo con el pie de Lucas para los lanzamientos puede aprovechar.
De controlar varios de estos factores dependerá la reacción de un Dépor que se mide a un conjunto con muchas fortalezas, equilibrado y vertical. El Racing de Ferrol llegaba en gran racha hasta el encuentro en el Romano, sí. Pero incluso en esa dinámica demostró problemas que le han llevado a encajar 6 tantos en sus últimos 6 partidos. Porque sus tres últimos rivales en A Malata, todos ellos peleando por no bajar, supieron al menos cómo hacerle daño en su propia casa.