Dani Giménez fue muy crítico con sus compañeros tras la derrota del Deportivo ante el Extremadura. El meta también pide una revolución e incluso mira al filial si hay alguien que no se ve preparado: «Seguimos sin ganar, sin jugar bien… lo primero es pedir disculpas a la afición porque no estamos dando el nivel necesario para jugar en el Deportivo. Habrá que cambiar cosas pronto porque cada vez estamos más abajo y no damos respuesta. Hay que ser activo, esto no puede seguir así. Y el que no pueda hacerlo o si la situación puede más que alguien, hay gente jugando menos o incluso en el Fabril que puede aportar más«.
El meta reconoce que ha habido tensión después del partido, pero es algo que le gusta: «A diferencia de otros partidos, en el vestuario hemos tenido un par de palabras más altas que otras. Creo que es positivo, a veces hace falta que dos o tres nos peleemos. Somos tan buenos, tan buenos… y tan callados, que nunca nos atrevemos a dar el paso, empujar a un compañero que lo está pasando mal. Ha habido un poco más de tensión y seguramente encenderá una llama«.
Se resigna a pensar que el nivel de la plantilla es tan bajo, pero sabe que tienen que empezar a demostrarlo: «Claro que falta calidad, por eso vamos últimos. Si todo fuera bien estoy seguro de que darían mucho más muchos jugadores. Pero la calidad y el talento también es saber superar estos momentos y dejar atrás la presión. Hoy jugábamos en Extremadura y la actitud ha sido peor que la del rival. No era Riazor. Al primer golpe en contra nos venimos abajo».
Vicente Gómez: «Vamos últimos por méritos propios»
Vicente Gómez tampoco puso paños calientes al mal partido en Almendralejo: «Otra vez mal todo. Todo sale mal. Nos hacen un gol de la nada y no somos capaces de reaccionar. Es un problema de todo. Ha habido un cambio de entrenador y no se ve mejoría, somos los principales responsables. Todos coincidimos en que jugador por jugador somos mejores de lo que dice la clasificación, pero vamos últimos por méritos propios«.
El canario entiende totalmente el malestar entre los aficionados: «Es normal. Para la gente escucharnos sonará a excusa. Me pongo en su lugar y pensaría: «¿Pero qué mierda me están diciendo estos?». No se les puede decir nada. Animan siempre, vienen a vernos lejos, se gastan su dinero para ver más de lo mismo».