El Deportivo afronta una semana sin fútbol -juega el próximo lunes- en la que Óscar Gilsanz tendrá todo el tiempo del mundo para seguir puliendo detalles en su equipo de cara al tramo final del curso. El equipo blanquiazul, situado en la zona media de la tabla, afronta sus próximos partidos con la intención de seguir sacando puntos que le acerquen a la permanencia. Lo hará ante dos equipos, Castellón y Cartagena, que se convirtieron en sus ‘víctimas’ favoritas de la temporada.
Los castellonenses, próximos rivales de los herculinos, visitaron Riazor en la última semana de campeonato en 2024 y, contra todo pronóstico, se llevaron un goleada por cinco goles a uno. Entonces a las órdenes de Dick Schreuder, sufrieron las consecuencias de un planteamiento arriesgado que dejó muchos espacios a sus espaldas. Fue ahí donde Yeremay y sobre todo Mella hicieron mucho daño para acabar firmando una manita.
El mismo resultado, aunque a domicilio, lo sufrió unas semanas antes el ‘Efesé’ coincidiendo con el estreno en el banquillo deportivista de Gilsanz. El colista apenas fue rival para el Dépor, que se llevó los tres puntos de Cartagonova en una tarde en la que el marcador bien pudo haber sido mayor a favor de los visitantes. Una cita especial, por lo tanto, para el técnico de Betanzos.
Al cierre del mes, la ‘primera’ del curso
El Deportivo cerrará marzo con un nuevo desplazamiento y en este caso será ante otro de los clubes hundidos en las posiciones de descenso: el Racing de Ferrol. El derbi coruñés trae buenos recuerdos, pues ante los ferrolanos llegaron los primeros puntos de la temporada. Un solitario gol(azo) de Yeremay dejó la victoria en casa y en un par de semanas buscarán lo mismo en A Malata, donde reina el pesimismo y poco a poco parece asimilarse un probable descenso a Primera Federación.