Aunque medible y cuantificable, la distancia es a menudo un concepto relativo. Depende tanto de los medios que se empleen en cubrirla como el camino para ello. Así, el 1-0 del Deportivo ante el Racing de Ferrol pudo parecer corto para el deportivismo por la incerteza que da siempre un resultado ajustado. En cambio, la sensación del conjunto departamental es que la portería de Carlos Abad nunca paraba de alejarse.
Cinco partidos lleva el meta canario sin recoger un balón de su portería. Tanto él como su cobertura se enfrentaban esta semana a uno de los ataques más potentes del subgrupo. El balance fue un tiro a portería desde fuera del área y tras un par de rechaces a la salida de un córner. Eso es todo lo que el Dépor le permitió a un Racing que tuvo 85 minutos para estrellarse una y otra vez contra la ventaja local.
Y la mejor noticia para los blanquiazules es que en esta ocasión la solidez llegó del grupo más que de las individualidades. Por primera vez, el equipo de Fernando Vázquez sí fue capaz de mantener la presión alta y provocó que el rival tuviera que sudar cada ataque. Con cuatro defensas y también con cinco, sistema al que el técnico parece dispuesto a recurrir como venda incluso antes de que le hagan la herida.
Esto es un balón y no quema
Cierto es que venía sólo de unos cascotes. Incluso hay que ponerlo en cuarentena por el tanto tempranero de un Diego Rolan que poco tardó en dar la razón a todos los que lo elogian dentro del vestuario. Pero el Deportivo construyó el mejor partido de la temporada con balón, aunque de momento sólo dé para el suficiente. Aunque no fuese capaz de crear un gran número de ocasiones, el equipo al menos demostró que ser capaz de tener el balón en campo rival y juntar pases. Esto fue bueno para atacar y también para defender, con un bloque mucho mejor posicionado en la pérdida y un Uche que cuando juega como único mediocentro se convierte en la respuesta a todas las preguntas.
Faltó colmillo para buscar el segundo y falta ver si Vázquez le da continuidad a ese rombo que apenas duró media hora. Porque la mejor versión del Deportivo también es una cuestión de distancia. Y aunque los resultados y los puntos puedan hacerla parecer cerca, el de Castrofeito es el primero en saber que todavía está bastante lejos. Porque cuando caminas por el alambre, los accidentes están a la vuelta de la esquina.