Sin perder de vista todo lo que sucede en el mercado, Carmelo del Pozo sabe que uno de los frentes más importantes en la confección de la plantilla del Deportivo son los jugadores que ya están en nómina. Ese grupo de futbolistas que todavía tienen contrato en A Coruña, pero también la posibilidad de abandonar el club en una situación ventajosa y prefiere dejar ambas puertas abiertas. El director deportivo quiere una respuesta definitiva lo antes posible y espera que el sí de Eneko Bóveda, que ha renunciado a marcharse libre, sea seguido en los próximos días por algún futbolista más entre los indecisos.
Carmelo señaló hace unas semanas que se le agradecería en público a todos aquellos que hicieran el gesto de subirse al barco para el nuevo proyecto. Con el que más ganas tiene de hacerlo es Pedro Mosquera, que posiblemente sea también al que más cerca está de convencer. El coruñés fue desde el primer momento uno de los pilares señalados por la directiva y esperan que su condición de deportivista sea decisiva para liderar el centro del campo junto a otro jugador local retornado: Álex Bergantiños.
También hay dudas en la retaguardia. Pablo Marí es el único central fijo pese a que hay otros tres con contrato. Schär es el que está mejor colocado en la puerta de salida y seguro que con su Mundial no le van a faltar novias. Diferente puede ser el escenario para Albentosa y Sidnei. Ambos comenzaron el verano inclinados hacia la opción de dejar A Coruña, pero de momento no parecen sobrarle las ofertas a ninguno. Al menos no las que satisfagan sus pretensiones individuales y las del Dépor, que en el caso del brasileño no serán bajas al no contar con ningún tipo de rebaja en su cláusula de rescisión.
Y para completar el grupo de indecisos hay que mirar a la zona ofensiva, la más afectada por el descenso tras las salidas de Adrián, Lucas Pérez, Andone o Çolak. Con Fede Cartabia dispuesto a tomar el mismo camino, los esfuerzos están encaminados en concienciar a Carles Gil de que Riazor es el mejor lugar para recuperar su nivel y, al mismo tiempo, hacer lo propio con Diego Rolan. El uruguayo está entrenando a menor ritmo por unas molestias, pero hoy podría dar las primeras pistas sobre su futuro en la sala de prensa.

A la espera de conocer las intenciones de Celso Borges
Los contactos con uno de esos jugadores con los que Carmelo quiere contar están teniendo que ser a distancia. Porque al Deportivo también le interesa que Celso Borges continúe, pero al tico todavía le quedan unos días de vacaciones después de disputar el Mundial de Rusia.
Al centrocampista le resta un año de contrato y no es descartable que él y el club tengan que sentarse a hablar de una renovación para que vista la camiseta blanquiazul la próxima temporada. Su respuesta seguramente sea la última porque lo lógico es que aproveche el tiempo de descanso para analizar también el destino que está tomando la nave antes de subirse a bordo.