Por varios motivos, 2018 ha sido un año muy negativo para el Fabril, filial del Deportivo. Tras perder el liderato del grupo en la última jornada del pasado curso y caer en un playoff que jugó ya sin opciones de ascenso, el equipo afrontó en verano un profundo proceso de reestructuración. Cuando llega el parón navideño, el nuevo proyecto fabrilista no ha sido capaz de arrancar.
La salida de Munúa supuso el regreso a la disciplina blanquiazul de Tito Ramallo, que venía a encabezar una etapa mucho más centrada en la formación y proyección de jóvenes futbolistas. Sin embargo, y aunque los resultados no se esperaban inmediatos ni eran una prioridad, estos estuvieron en todo momento muy por debajo de lo exigible y Ramallo dejó el banquillo de Abegondo tras solo nueve jornadas de Liga.
Tito fue cesado con el Fabril penúltimo clasificado y solo 4 puntos de 27 posibles. Su sustituto, Sergio Pellicer, es también un técnico con experiencia en el fútbol formativo. El castellonense lleva ahora mismo nueve partidos al mando del filial deportivista, los mismos que estuvo Tito Ramallo. Aunque el equipo está sumando más tras la llegada de Pellicer, de momento momento la mejoría no está siendo suficiente para salir de la zona baja.
Con su nuevo míster, el Fabril suma 9 de 27 puntos, pero se mantiene en la penúltima posición y ya ve los puestos de salvación, marcados ahora por el Navalcarnero, a ocho puntos. Precisamente ante el Navalcarnero cerraron ayer los blanquiazules su año, con una derrota por 2-0 que supone su tercera joranada consecutiva sin conocer la victoria.
Tras el parón navideño, el cuadro herculino cerrará la primera vuelta el fin de semana de Reyes ante el filial del Valladolid y abrirá la segunda parte del campeonato una semana después frente al Internacional de Madrid. Con horarios todavía por confirmar, estos dos primeros partidos de 2019 se jugarán en Abegondo y serán buenas oportunidades para que los chicos de Pellicer comiencen a asomar la cabeza en la clasificación.