Crear y ocupar espacios, ofrecer buenas líneas de pase, ejecutar buenos envíos, desbordar… Son aspectos fundamentales relacionados con la fase ofensiva de un equipo combinativo. En todas esas facetas, Mario Soriano es un futbolista sobresaliente en la categoría. Porque desde su comprensión de todo lo que sucede a su alrededor y capacidad técnica suma ventajas para el colectivo.
Sin embargo, muchas veces estas cuestiones son intangibles. Meras situaciones de juego que, a la hora de la verdad, no suman cifras en la finalización, lo verdaderamente importante en el último tercio de campo. Este era el mal de Mario Soriano en sus inicios en el Deportivo, inmerso en su propia contradicción de generar mucho y, a la vez, producir poco. Pero ya no. Porque el madrileño ha dado un paso adelante en la finalización y ha pasado de la intrascendencia a la abundancia.
Así lo dicen las sensaciones y así lo reafirman sus datos. Y es que el ahora ’10’ deportivista ya es mucho más que un mero gestor del juego. También aporta de cara a gol. O, al menos, lo intenta. No es solo el hecho de que Soriano sea el máximo goleador del Dépor este curso, con 3 dianas. Sino que también es su futbolista más rematador. Ha chutado 26 veces, siempre según Wyscout.
La correlación entre su notable cifra de goles y su alto dígito de tiros es lógica. Pero su volumen de lanzamientos se pone todavía más en relevancia cuando se compara con el resto de jugadores de la categoría. Mario Soriano cierra el top-3 de jugadores con más remates en toda Primera Federación en estas nueve jornadas. Solo Pedro León (Real Murcia, con 33) y Miguel Rodríguez (Celta B, con 27), con mucho peso en el balón parado de sus equipos, han disparado más que el ex del Atlético de Madrid.
Su posición disminuye si cruzamos sus chuts con respecto a su presencia en el campo. Soriano dispara 2,84 veces por cada 90 minutos de juego. Un promedio que le coloca entre los 16 con más volumen de la categoría, casi a la par de un Alberto Quiles que le supera por centésimas (2,86), al haber disputado 100 minutos menos que su compañero. Sin embargo, los datos del andaluz son peores tanto en eficacia (1 gol en 23 disparos) como en puntería en sí: solo el 17% de sus chuts van a puerta por el 42% de Mario.
El progresivo crecimiento de Mario Soriano
De este modo, Mario Soriano ha evidenciado un crecimiento en cuanto a afán rematador. De aquel mediapunta talentoso que llegó ha empezado a evolucionar hacia un jugador que, sin perder su esencia, ha sumado ‘colmillo’. Solo hace falta comparar sus cifras del pasado curso con las de este. Durante la primera vuelta de la temporada anterior, Soriano únicamente probó su disparo 5 veces. Solo una vez fue entre palos y acabó en gol, ante el Valladolid Promesas. Esta campaña, en tan solo 9 encuentros aunque ya más minutos (823 por los 551 que disputó hasta el ecuador de la pasada liga), suma los citados 26 chuts.
Así, fue a partir de la segunda vuelta y sobre todo de la mala dinámica del equipo coruñés cuando Soriano comenzó a asumir galones en la finalización. Acabó el curso viendo puerta en dos de los cinco últimos encuentros de liga regular y en los dos de playoff para alcanzar las 5 dianas y los 32 lanzamientos totales. Unas cifras que tiene ya muy de cerca este curso cuando apenas se ha superado el cuarto de competición.
Se podría pensar que la tendencia a ir centrando su posición para abandonar la banda y jugar como mediapunta puro le ha ido ayudando en esta faceta. Pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que el pasado curso, esa subida exponencial de su repercusión de cara a puerta llegó sin modificación importante de su rol en el campo.
Este curso, incluso su media de remates ha sido más alta en los últimos encuentros, alejado de la mediapunta bien como interior izquierdo en Majadahonda, bien como falso extremo zurdo ante el Linares o el Castilla. 13 son los remates que acumula en los últimos tres partidos. El gol se le ha negado en estos encuentros, pero el paso adelante de Mario Soriano ya es una realidad.