Sobre la Isla de León, en la Bahía de Cádiz, se construyó el municipio de San Fernando. Precisamente por eso, al conjunto isleño se le asocia con el león. Y un claro ejemplo es el apodo de uno de sus ciudadanos más ilustres y recientemente nombrado hijo predilecto, Ramón Martínez Verdejo ‘Monchi’. El director deportivo del Sevilla es apodado ‘El León de San Fernando’. Y un león también aspira a ser el San Fernando Isleño, un conjunto que pretendía colocarse en la zona alta de Primera Federación pero está sufriendo en puestos de descenso. Aunque para ser un león, se ha aferrado a su guepardo.
Ese veloz animal no es otro que Gabri Martínez, el responsable de las últimas pesadillas de los aficionados del Deportivo tras vivir un partido en Riazor. El extremo catalán, cedido por el Girona, es una de las grandes sensaciones de la temporada en la tercera categoría del balompié nacional. Y lo es gracias a su capacidad para eliminar rivales con una facilidad que su liviano cuerpo hace, a priori, insospechada.
Precisamente es esa carrocería ligera la que permite al internacional sub-19 con España ser uno de los futbolistas más desequilibrantes de la división de bronce desde su capacidad individual. Tanto que el catalán es la gran arma ofensiva de un conjunto que, con la contratación de Pablo Alfaro, ya acumula cuatro caras diferentes en el banquillo.
Martínez es el quinto futbolista que más regates promedia en toda la categoría -tercero en el Grupo 1, solo por detrás del Adílson, del Badajoz, y Héber Pena, del Racing-. Con 8,23 intentos de quiebro cada 90 minutos, su porcentaje de acierto es de más del 50%. Es decir, es una máquina de generar ventajas a partir de su conducción y dribbling con el balón pegado al pie derecho. Le falla el centro (menos del 20% precisos) y encontrar portería con más asiduidad, pues solo acumula 2 tantos.
El San Fernando, un equipo que produce poco y concede mucho
El del ‘guepardo’ Gabri es uno de los grandes argumentos ofensivos del equipo gaditano, que a nivel colectivo no ha sido capaz de consolidarse como un gran conjunto en ataque ni tampoco en defensa. Tanto con Salva Ballesta como con Pablo Alfaro, la tendencia del conjunto azulón es ser directo y vertical, precisamente para tratar de aprovechar la velocidad tanto del propio extremo catalán, que suele jugar por la izquierda, como de Jonathan Biabiany. El francés es otro de los grandes nombres del equipo isleño, pues tiene en su palmarés una Champions conquistada con el Inter de Milan.
Precisamente esa tendencia poca combinativa se demuestra en el bajo promedio de pases (322,5) y la alta media de envíos largos (47,8). Un fútbol que no le ha llevado a ser demasiado productivo, pues es uno de los conjuntos que menos chuta (8,8) y, por ende, que menos goles esperados -xG- acumula (1,11 por partido). Aunque más allá de sus dificultades para generar, lo que le está penalizando al equipo San Fernando es su bajísima eficacia. El marroquí Ilyas Chaira, sancionado para el encuentro ante el Deportivo, es el máximo goleador del equipo.
Sin él, el San Fernando pierde al que fue acompañante del mediático Dani Aquino en el 4-4-2 con el que Pablo Alfaro consiguió su primer triunfo como técnico del equipo el pasado fin de semana en Mérida. El delantero criado en Murcia es uno de los fichajes de invierno con los que la entidad tratará de subir el nivel del plantel y sumar el necesario gol. Las otras incorporaciones, por el momento, son el meta Fassi y el centrocampista Alfonso Martín, que podría debutar ante la baja por sanción de David Ramos, compañero del indiscutible Dani Molina en el centro del campo.
La llegada del mediocentro procedente del Atlético Baleares cierra algo más la puerta del once al exdeportivista Bicho. Quien sí tiene plaza en el once por el momento es otro viejo conocido como Luis Ruiz, habitual en el lateral izquierdo de un bloque que sufre en defensa, pues es uno de los equipos que más remates concede (12,3), algo que suele equivaler a que sus rivales le generen muchos goles esperados (1,38 de media por partido, siempre según Wyscout).
Así, ante un equipo al que le han marcado sobre todo en los centros laterales, el Deportivo buscará vencer y convencer en un estadio Iberoamericano que no ve un triunfo de los suyos desde el pasado 6 de noviembre. Fue cuando el Fuenlabrada hincó la rodilla ante un equipo que se las prometía muy felices, pero ahora está lejos de ser ese feroz león que presumía, a pesar de que contar con el animal más rápido de la sabana.