Las horas de Fede Cartabia en el Valencia están contadas. El ambiente en el equipo ché es poco menos que irrespirable y los dirigentes del club han decidido intentar dar un vuelco a la situación durante el próximo mes de enero, aprovechando la apertura del mercado invernal. Habrá salidas para abrir hueco a nuevos fichajes; y el nombre del argentino es uno de los que aparecen primero en la lista de transferibles del director deportivo Suso García Pitarch. La previsión es que la etapa valencianista de Fede alcance su final en menos de 50 días.
El mediapunta, que finaliza contrato el próximo 30 de junio, recibió hace tiempo una propuesta de renovación de la entidad levantina, a la que nunca ha llegado a dar respuesta. Su silencio ha dado a entender a la cúpula del club que no tiene interés alguno en sentarse a negociar, ni siquiera ante la posibilidad de ver mejorado su salario, actualmente el más bajo de la plantilla. La directiva asume que el jugador de Bombal tiene tomada la decisión de irse, pero también sabe que el Valencia tiene todavía una última palabra que decir al respecto.
A partir del próximo 1 de enero, Cartabia será libre para comprometerse con el club que prefiera de cara a la próxima campaña. Sin embargo, si no quiere pasar seis meses en blanco, tendrá que alcanzar un acuerdo con el Valencia que le permita salir este mismo invierno. Desprenderse del sueldo del argentino no supone un gran ahorro para los ché, que necesitan ingresos que les permitan afrontar contrataciones en las próximas semanas, por lo que la intención es buscar un equipo dispuesto a abonar alguna cantidad por su traspaso.
En ese punto es donde las cosas se complican para el Dépor, interesado en volver a contar con un jugador que dejó un grato recuerdo en A Coruña en su cesión del curso pasado. La dirección deportiva blanquiazul sabe que a Fede le encantaría regresar a Riazor, que probablemente lo haría de inmediato si dependiese sólo de él; pero también son conscientes de que el Valencia no ve con buenos ojos esta opción, ni mucho menos está por la labor de facilitar que el deseo del futbolista se haga realidad.
Los objetivos valencianistas están por encima de los del Deportivo, pero en este momento la clasificación dice que ambos conjuntos son rivales directos. Además, a orillas del Turia no han olvidado lo sucedido con Pedro Mosquera hace un año y, especialmente, lo ocurrido con Sidnei el pasado verano. Consentir que un jugador de sólo 23 años como Fede Cartabia acabe en el cuadro herculino a precio de saldo no ayudaría precisamente a apaciguar la inquietud y el malestar de su hinchada con la cúpula liderada por el magnate Peter Lim.
Con este panorama, enero se presenta como un mes cargado de tensión para el mediapunta. El entrenador Cesare Prandelli, que cuenta con el respaldo de los dirigentes, le puso la cruz en el último encuentro de Liga ante la Real Sociedad, en el que salió de inicio y fue sustituido antes del descanso. Fede estará sometido a una elevada presión durante las próximas semanas; y de su capacidad para soportarla y su voluntad de volver al Dépor dependerá, en enorme medida, el destino definitivo de un cambio de aires que parece inminente.