Los inicios de año son complicados. Enero llega frío, con el calorcito y la desconexión de las navidades todavía muy presentes. Hacemos promesas y pedimos deseos. Si el año que dejamos nos ha ido bien, queremos que todo siga igual. Si necesitamos pasar página, entonamos aquello de “año nuevo, vida nueva” y volvemos a empezar.
A nivel deportivo, el propósito es exactamente el mismo: cuando se llega al parón con buen feeling, hay que seguir así; si se llega de capa caída, hay que aprovechar para comenzar de cero. Pero todo el mundo quiere ganar.
Los tres primeros puntos del año valen exactamente lo mismo que los que puedes sumar un fin de semana cualquiera de octubre o marzo, pero hacen más ilusión. Porque, tirando de nuevo de refranero, nos gusta pensar que lo que bien empieza, bien acaba. Al Deportivo, sin embargo, se le atraganta el primer partido del año.
En 2022, en esta misma categoría, la escuadra que entonces dirigía Miguel Llorente se fue de vacaciones eufórica y con las buenas sensaciones disparadas. En el primer choque del curso, se visitaba a un Espanyol que lo estaba pasando peor para encontrar regularidad. El Deportivo salió desenchufado, irreconocible, y se llevó un buen correctivo en uno de los partidos más flojos del curso. Las pericas, guiadas por una Adriana Martín que volvía a casa, barrieron a las coruñesas y sembraron las primeras dudas de la temporada.
En 2021, el año del descenso, la cosa no fue mejor. El Dépor de Manu Sánchez abrió el año contra un Granadilla Tenerife que ya entonces tenía el cartel de ‘bestia negra’ deportivista. Las herculinas perdieron 4-1 en Canarias, en una tarde en la que la sociedad entre Mari Jose y Martin-Prieto fue suficiente para seguir hundiendo a las blanquiazules en el fondo de la tabla. Alba Merino hizo el gol del honor, pero de poco sirvió.
2020 arrancó con un puntito. En la mejor temporada de la reciente historia deportivista, el año se inició empatando contra el Valencia a domicilio. El conjunto coruñés rozó la victoria, pero Ale Serrano (que dos cursos después defendería la elástica del Dépor), amargó la tarde cerca del 80’ igualando el gol inicial de Peke. 1-1.
Incluso en la campaña del ascenso a Primera, la última en Nacional, el primer partido del año fue difícil. El equipo de Manu Sánchez estrenó 2019 ganando, si, pero también sufriendo contra el Friol. En una temporada en la que los números, los récords y los goles de las coruñesas rompieron todas las tablas de estadísticas, costó sudor y sangre ganar en A Reigosa. Gaby y Tere Abelleira adelantaron a las visitantes, pero el Friol consiguió empatar (con uno de los tantos anotados por Goretti, que también estuvo aquí el curso pasado). Peke desequilibró el marcador, asistida por Gaby, para poner el 2-3 definitivo en los minutos finales. Tres puntos y mucho alivio.
Hay que remontarse a 2018 para recordar una victoria (sin apuros) en el primer fin de semana de enero. Fue, curiosamente, también un día 7. El Deportivo, que aquel año moriría en la orilla de la Liga y el ascenso contra el Oviedo, goleó al Gijón FF 9-0. De aquel equipo, hoy en día solo quedan ‘las Crises’: Cris Martínez (incombustible en el lateral diestro) y Cris Oreiro (ahora en el cuerpo técnico, en aquel momento como parte de la plantilla).
Veremos que pasa en este 2023. La racha en Abegondo, las sensaciones futbolísticas y el “brillo en los ojos” que Ferreras dice ver en sus futbolistas instan a pensar en un más tres. Aunque delante tengamos a un equipo de Albacete sin nada que perder, con todo lo que eso remueve en el Deportivismo. Aunque juguemos en contra de nuestra propia historia.