Todo hace indicar que el Deportivo acabará una nueva semana sin entrenador. El club blanquiazul sigue estudiando sus opciones al banquillo tras la ruptura con Rubén de la Barrera y todavía no tiene capitán para el nuevo proyecto, pero no parece que el proceso vaya a dilatarse demasiado. Más allá de los numerosos ofrecimientos al Dépor, la carrera ha quedado reducida a Borja Jiménez y Yago Iglesias, por lo que la decisión se espera para principios de la semana que entra.
Sea cual sea el elegido, hay confianza en el club que estarán optando por un técnico de garantías. Tanto el curriculum del de Ávila, con dos ascensos en las dos últimas temporadas, como lo mostrado por el de Palmeira en el Compostela, avalan sus candidaturas, aunque está claro que el reto de ascender con el Deportivo supondrá una exigencia máxima. Sus exitosas experiencias con el Mirandés y el Cartagena han provocado que el primero cuente con cierta ventaja.
Sin tiempo que perder
El Deportivo no quiere esperar más a tener a su nuevo entrenador, en parte, porque ha perdido todo el margen de maniobra que le daba haber terminado la temporada a principios de mayo. La planificación iniciada de la mano de Rubén de la Barrera tendrá que ser revisada, porque lo que sí está claro, como iba a ser en el caso del coruñés, es que el elegido para el banquillo tendrá mucho peso en la configuración de la plantilla.
Lo primero que tendrá que afrontar el nuevo entrenador del Deportivo será la planificación de la pretemporada, para la que todavía no hay fecha de inicio, y también la lista de bajas. El club blanquiazul cuenta con hasta 20 jugadores que tienen contrato en vigor, por lo que gran parte del trabajo veraniego consistirá en reducir la nómina de futbolistas con ventas o acuerdos de rescisión para acometer la renovación de un grupo que decepcionó esta campaña.