El Deportivo consiguió doblegar al Tenerife en un partido difícil por muchos motivos. Los de Luis César llegaban tras haber disputado el partido de Copa ante el Illueca dos días antes, que finalizó con triunfo, y recordando la dura derrota ante la Ponferradina. Además, sobre Riazor planeó la duda sobre si el partido se disputaría por el delicado estado del terreno de juego.
Una piña antes del partido
Los jugadores del Deportivo se juntaron en una piña antes de empezar su encuentro ante el Tenerife. Todos eran conscientes de la importancia de una victoria.
El penalti fallado de Aketxe y los ánimos de Lampropoulos
Asumió Aketxe la responsabilidad del lanzamiento de penalti en el área de Marathon. Sin duda, la zona más castigada del terreno de juego. Cabe recordar que Vicandi Garrido se ayudó del VAR para señalar la pena máxima.
Ortolá adivinó el lanzamiento, y Lampropoulos intentó animar a su compañero, ya que se iba una buena oportunidad de ponerse por delante en el marcador.
El Dépor no bajó los brazos
Pese al penalti fallado, el Deportivo no bajó los brazos. Así fue como poco después llegó el tanto de Christian Santos tras un gran centro de Koné.
Entre el VAR y los errores de concentración
En la recta final del partido, Montero despejó de forma incomprensible con el brazo a córner. Y lógicamente, el árbitro revisó la jugada en el VAR. Penalti y empate para un Deportivo que veía como se le iba el triunfo en los minutos finales.
Un acto de fe en el descuento
Las imágenes hablan por sí solas. Según Dani Giménez, Peru Nolaskoain llevaba toda la semana diciendo que iba a marcar. Fíjense en su mirada:
Y de nuevo la piña, ahora con el objetivo cumplido
Ayer todos fuimos el grito del recogepelotas
Después de solo haber conseguido un triunfo en la primer jornada contra el Oviedo, la afición del Deportivo volvió a celebrar sumar de tres en tres. Y, además, lo hizo gracias a un gol en el descuento. El recogepelotas encarna a la perfección el deportivismo.