El coruñés sufre una rotura nasal que lo convierte en seria duda para el Numancia. La pasada temporada se habló de su regreso al Deportivo 13 años después.
Julio Álvarez es, a día de hoy, la principal duda del Numancia para su visita a Riazor del próximo sábado (18 horas). El centrocampista puede perderse en el enfrentamiento contra su ex equipo por culpa de una fractura nasal sufrida tras un encontronazo con Dimas en los primeros minutos del último partido ante el Cartagena.
La lesión se produjo en los primeros minutos del encuentro pero el gallego, nacido en Venezuela, aguantó más de una hora con la nariz rota y, según los servicios médicos numantinos, dependerá ahora de su evolución y de la opinión del cuerpo técnico para que pueda ser de la partida en Riazor.
Será un partido especial para el jugador, criado en la cantera deportivista y que salió camino a la capital de España en 1998 tras fichar por el Real Madrid para jugar con sus filiales. No gozó nunca de la confianza de Vicente Del Bosque al frente del banquillo merengue y tras no llegar ni a debutar con el primer equipo, fue cedido al Racing de Santander. Allí estaría dos años hasta que regresó a Madrid para jugar en Vallecas con el Rayo durante una temporada. Donde Álvarez sí cuajó unos buenos años fue en Murcia, donde jugó tres años entre el 2003 y 2006.
Este trotamundos del fútbol español siguió su andadura por Numancia –por primera vez-, Tenerife y Almería pero no sería hasta la temporada 2009-2010 cuando cuajase su mejor fútbol defendiendo los colores del Mallorca. Sus seis goles en el inicio liguero lo convirtieron en una de las sensaciones de la Liga y en enero muchos equipos comenzaron a llamar a su puerta.
La rumorología lo sitúa de regreso a Coruña
En marzo de 2010, Miguel Ángel Lotina elogia al jugador coruñés públicamente y el supuesto interés del Deportivo en contar con sus servicios salta a la palestra informativa. Richard Moar, por entonces director deportivo del club, reconoce a Riazor.org que “es un jugador apetecible” pero desde la Plaza de Pontevedra nunca se llegó a hacer un movimiento significativo.
Sí lo hizo Lotina, pero a título personal y con el entorno del futbolista. El propio jugador reconoció sus ganas de vestir la elástica blanquiazul en el mes de marzo de por entonces. El que no llegó a levantar ni una sola vez el teléfono fue un Lendoiro que las malas lenguas reconocen que sigue recordando la salida de Julio Álvarez 13 años atrás camino al Real Madrid.