Sin demasiadas luces ni argumentos ha comenzado el Deportivo su andadura en la Segunda B. Para propios y extraños este regreso a la categoría de bronce ha supuesto un baño de realidad, una prueba del algodón con la que ver que no todo es tan fácil tras descender. El encuentro en el Vero Boquete ante la SD Compostela fue la confirmación de la ausencia de automatismos del equipo, aún bloqueado en esta categoría.
Tras dos encuentros trabados, la certeza ofensiva a la que se agarran los coruñeses es Keko Gontán. En sus dos primeros encuentros ha sido la principal fuente de inspiración de la que bebe el ataque. Una de las pocas realidades del juego del Dépor, que aún no termina de encontrar su forma ni su sentido en el terreno de juego. Tras las buenas sensaciones del extremo madrileño durante la pretemporada, su réplica en el inicio del curso está siendo acorde a lo esperado.
El estreno esperanzador de Keko Gontán
Allende el bloqueo colectivo del equipo en los dos encuentros, Keko ha podido dejar papeles más que presentables desde la banda derecha. El primer tiempo en Riazor ante el Salamanca fue una buena muestra de ello. Cuando el equipo más sufría para asentarse en campo rival, él era capaz de activar el ataque gracias a individualidades o a acciones acertadas. Conduciendo y combinando desde el perfil derecho.
En esa fase concreta del partido, el extremo madrileño demostró tener buenas dotes para ofrecerse sin balón al juego, tanto en apoyo como en ruptura. Además de ser un jugador con excelentes cualidades al centrar, algo a lo que ya nos tenía acostumbrados en sus múltiples etapas en Primera y Segunda División. En un encuentro que se gana gracias a dos buenos centros laterales, el pie derecho de Keko también tuvo protagonismo. Caben mencionar, además, sus cualidades técnicas. Controlando el balón, protegiéndolo y superando defensores. Algo de lo que se hace valer para dar oxígeno y profundidad a esa banda.
En el segundo tiempo el equipo fue bastante más coral en sus ataques. Se llegó a instalar en campo rival, y no tuvo demasiados problemas para poder generar. Keko, por su parte, llegó a activar en ciertos tramos del partido a Eneko Bóveda en ataque, pese a que no es un lateral que destaque por su profundidad. Quizá no brilló tanto, ya que individualmente el equipo no dependió tanto de su atino, pero su versión fue continuista con respecto al primer tiempo. Hasta su sustitución en el 83′ lograría sumar al equipo desde las bandas.
Desgraciadamente autosuficiente
En el Vero Boquete, el bloqueo deportista fue aún mayor, y los visitantes no lograron acercarse a la versión del segundo tiempo del encuentro con el Salamanca. En este encuentro, los centrales tomaron más la iniciativa sacando el balón, buscando a los extremos rompiendo por el exterior o cayendo hacia el interior. Keko estuvo bastante más acertado que Lara en estas acciones, y volvió a ser importante por su buen hacer. Se implicaba cuando podía en ese perfil derecho, ofreciéndose por dentro para contactar con Mujaid y romper líneas recibiendo. Girándose y controlando hacia el espacio, para buscar con velocidad a sus compañeros en el ataque.
Nuevamente en banda derecha, dio buenas muestras de su talento individual. Aunque también mostró sinergias con el lateral en ciertos tramos del encuentro. Especialmente con Jorge Valín, que se proyectaba con profundidad cuando tenía ocasión para poder ganar la línea de fondo y hacer incisivo a su equipo en ataque. Keko coincidió en algunos tramos del encuentro con él, donde protagonizaron alguna combinación fructífera, que acabaría llevando al Dépor al área rival.
En este encuentro, Keko llegaría a probar el disparo y conectar remates en alguna ocasión, dando muestras de su confianza en su juego y de su vocación por generar peligro. Confirmándose como una pieza autosuficiente, aún en los momentos malos del equipo a nivel ofensivo. Incluso sacrificado, ya que trató de sumar y exprimirse por el equipo hasta al final. Véase, por ejemplo, el robo que consigue en el descuento del partido en pleno repliegue del Deportivo frente a un contraataque compostelano.
Un rendimiento por materializar
Si bien su papel se valora a nivel de juego, en los resultados todavía no es tangible el papel de Keko Gontán. El juego de Keko, al igual que el Deportivo, necesita de números para poder ser valorado como exitoso. A día de hoy, su importancia en el césped es indudable, ya que es una de las pocas vías que tiene el Deportivo para generar.
Sus esfuerzos por culminar -ya sea en asistencias o goles- todavía no han llegado a reflejarse en el marcador de forma directa, aunque en algunos casos hayan significado ocasiones manifiestas. Su arranque es, como mínimo, una buena noticia. Veremos si este rendimiento se mantiene a lo largo de las semanas y si Keko se consolida como uno de los grandes argumentos de este Deportivo en la Segunda B.