Sacamos la libreta y analizamos algunos detalles que dejó el Deportivo 2-1 Huesca. El equipo de Fernando Vázquez superó a un Huesca que llegaba en ascenso directo, pero ¿qué sucedió a lo largo del choque? Ponemos el foco en cinco claves:
Dos partes diferentes
Una semana más, Fernando volvió a acertar con el plan y con la lectura de partido. En esta ocasión, igual que sucediera contra el Tenerife, volvió a los orígenes y apostó durante los 90 minutos por el 5-4-1.

“No niego el análisis del rival, pero no le doy la importancia que se le da actualmente. La prioridad eres tú y tu equipo”. Lo decía Fernando Vázquez en una charla recientemente. Sin embargo, el técnico de Castrofeito tiene la capacidad de, en la práctica, darle la importancia suficiente a los dos factores. Ante el Tenerife, le tendió la trampa a Luis Milla y a Shaq Moore, dos de los futbolistas más peligrosos del equipo insular. Ante el Huesca, hizo lo propio con Mikel Rico y Pedro Mosquera. Los ató en corto.
El trabajo en la presión de los 5 hombres más adelantados fue decisivo. Christian Santos, Mollejo, Aketxe, Gaku y Valle entendieron cómo y cuándo saltar. Cada vez que el Huesca pretendía salir con el balón jugado, el Dépor cerraba el pasillo interior e impedía que jugasen con Rico y Mosquera.


Sin embargo, el ‘acordeón’ también funcionó en líneas más retrasadas. Bóveda y Salva Ruiz saltaban a Luisinho y Miguelón (los dos laterales), impidiendo así una salida por fuera. Con este plan, el Dépor provocó que el Huesca tuviese dificultades para progresar, ralentizó su juego.
Con balón, el equipo volvió a estar muy cómodo. De hecho, en la acción del espectacular gol de Christian Santos, la tocaron hasta 7 jugadores. Igual que ya sucediera ante el Tenerife, el Dépor volvió a perder menos balones que antes. En total, 86, cuando su media superaba los 100. Más allá del error de Borja Valle en una entrega en campo propio, el Dépor no cometió errores flagrantes en los pases.

Para la segunda mitad, FV apostó por el repliegue. El 5-4-1 le permite al Deportivo proteger mejor las bandas cuando no tiene el balón. Evidentemente, los perfiles de los jugadores son decisivos, pero Fernando ha conseguido que hasta los Aketxe o Vallejo se impliquen defensivamente. En el segundo tiempo ante el Huesca, el Dépor supo sufrir sin balón.

Cuando ya el partido encaraba su recta final, FV le dio entrada a Emre Çolak. Tenerlos a él y a Aketxe en el campo es sinónimo, casi siempre, de tener el balón. El Dépor gestionó bien el marcador, sobre todo en el descuento; aguantando la posesión en campo rival.
Aketxe y Gaku
Tener a Aketxe y Gaku Shibasaki en Segunda División es un lujo, sin embargo, hay que saber explotarlos, darles el contexto necesario para que cuajen. Lo de Aketxe ya no sorprende a nadie, el futbolista de Getxo es el pilar sobre el que sostiene el Dépor. Este Ager es, ahora mismo, uno de los jugadores más diferenciales de Segunda. Y en esta jornada volvió a ser decisivo. Se inventó un nuevo gol marca de la casa. Con su zurda, sorprendió desde fuera del área a Álvaro Fernández. Pero no solo eso, cada vez que pasaba el balón por sus botas, le daba sentido.

Lo mismo pasa con Gaku. En los 59 minutos que estuvo sobre el terreno de juego (tenía amarilla), el jugador nipón defendió cuando tuvo que hacerlo, pero sobre todo, estuvo súper preciso con balón. En su línea, su 90% de acierto en el pase no es casualidad.

Los reubicados
Una semana más, FV apostó por reubicar a varios jugadores. Las ausencias de Peru y Uche propiciaron que Álex Bergantiños y Borja Valle se hayan hecho con un puesto en el once. En el eje de la zaga, el coruñés volvió a rendir a las mil maravillas. Y no solo eso, a su lado, con su veteranía, se agigantan dos jóvenes como Mujaid y Montero.

De 52 pases, Valle distribuyó con precisión 47 (un 90% de acierto). Además, ganó 5 de 6 duelos aéreos, y completó 9 interceptaciones. Igual que ante el Tenerife, su rendimiento volvió a ser notable. Da la sensación de que siempre ha jugado ahí, en esa demarcación que dista tanto de su posición natural.

Fernando Vázquez
Nada más llegar al Deportivo, Vázquez quizo simplificarlo todo. Empezó por crecer desde atrás, con solidez defensiva. Ese fue el punto de partida. Pero, confinamiento mediante, no se conformó. El viejo Dépor no tenía el balón, el nuevo Dépor es capaz de someter con él durante varias fases de los partidos. Y además, si tiene que salir en velocidad, si tiene que ser vertical y montar ataques rápidos, también lo hace, también se adapta. Es camaleónico.
Pero además de dotar al equipo de una identidad, fue capaz de dotarlo de una fortaleza mental tremenda. Da igual los golpes que reciba el Dépor, siempre se levanta. Y da igual las piezas que tenga. En un fútbol cortoplacista, Fernando miró a largo plazo. Quiso rotar, cambiar las piezas, darles descanso a unos y otros, evitar que llegasen sobrecargados al tramo final.
Mujaid con 551′, Álex con 495′ y Bóveda con 450′ son los 3 jugadores de campo que más minutos han disputado en la reentré de la competición. Los demás andan todos por debajo de los 400 minutos. Es decir, el resto de la plantilla ha descansado en uno o varios partidos.
Siguiendo con los números, hay uno abrumador: Anquela y Luis César sumaron 15 puntos de 63 posibles, Fernando lleva 33 de 51. Solo con una segunda vuelta así el Dépor podía opositar a la permanencia. Los datos asombran. Únicamente el Tenerife, con 34, ha realizado una mejor segunda vuelta que el Dépor. Además, los coruñeses son el único equipo que aún no ha perdido en este fútbol poscovid-19.
Las remontadas
Varios de esos partidos, muchos de esos puntos, llegaron a contracorriente, remontando. En total nueve. Sucedió ya en la segunda jornada, ante el Real Oviedo, el Dépor pasó del 2-0 al 2-2. Contra el Rayo Vallecano, del 0-2 al 3-3, contra la Ponferradina, del 0-1 al 2-1. Ante el Tenerife, del 1-0 al 1-1. Y esta última jornada, contra el Huesca, del 0-1 al 2-1. Cabe destacar este último, sobre todo, por la entidad del rival y porque en los 19 partidos que el Huesca se había puesto por delante nunca había perdido.