Sacamos la libreta y analizamos algunos detalles que dejó el Tenerife 1-1 Deportivo. Canarios y gallegos se repartieron los puntos, pero ¿qué sucedió a lo largo del choque? Ponemos el foco en seis claves:
Acierto en el plan
Después de 37 jornadas, es difícil valorar cuál ha sido el mejor partido de la temporada del Dépor. Sin embargo, a título personal, me atrevería a decir que el de esta jornada contra el Tenerife, ha sido el mejor partido desde el parón. En el cómputo global, a lo largo de los 90 minutos. En las últimas semanas a Fernando Vázquez le estaba costando acertar con el plan de partido. El preparador deportivista había demostrado una gran lectura de los partidos, corrigiendo en las segundas partes, sin embargo, no acertaba con la propuesta inicial. Ante el Tenerife no sucedió eso. Fernando tuvo claro el guion desde la previa.
Si hablamos del Tenerife, 2 de sus futbolistas más destacados son Shaq Moore y Luis Milla. Fernando lo tenía claro, quiso atarlos en corto. ¿Cómo? A Moore, el Dépor lo dejaba recibir solo, a la espalda de los dos mediocentros, en el pasillo interior, intencionadamente. El lateral americano -ahora extremo- fue de más a menos. Cada vez que recibía de espaldas, sufría, tenía que girarse y no es su especialidad. Tocaba de cara, no progresaba. Lo suyo es recibir en banda, con metros por delante y, sobre todo, colgarla. Tiene buen pie, se ha cansado de repartir asistencias en las últimas jornadas. Y ese contexto, contra el Dépor, apenas se produjo.
Para Luis Milla tampoco fue su tarde soñada. El madrileño es probablemente el mejor centrocampista de Segunda, al menos el que más regularidad ha tenido este curso. ¿Qué hizo el Dépor para frenarle? Taparle los pases verticales, obligarlo a jugar hacia atrás o en horizontal. Uche, Valle, Vallejo… Fueron varios los que lo encimaron durante del partido. El trabajo coral dio sus frutos.
El factor Dani Gómez, máximo goleador chicharrero, quedó desactivado por la lesión que sufrió el ariete en la primera mitad. Pero más de allá de eso, las rotaciones se volvieron a notar. Mientras el Tenerife está apostando por la continuidad en sus onces, el Dépor va variando las piezas. Dos concepciones diferentes. En el día de ayer -en cuanto a juego, y no a resultado- le salió mejor al Deportivo. El equipo coruñés terminó el partido mucho más entero que su rival.
La banda de David Simón
El despliegue físico de David Simón es una auténtica barbaridad. Lo único que le faltó al lateral canario vs Tenerife fue tener más precisión en los centros, sacarle mayor rédito a sus esfuerzos. La capacidad que tiene para subir la banda es indudable, sin embargo, solo uno de sus envíos, a la salida de un córner, significó una ocasión para el Dépor: el cabezazo de Mollejo que se marchó alto.
Simón no está, aparece desde atrás. Esta versión suya recuerda a la época de Natxo González, a esa serie de partidos que encadenó a buen nivel, siendo una auténtica locomotora. Igual que en la anterior jornada ante la Ponferradina, su banda volvió a ser la de mayor tráfico. Más de la mitad del juego del Dépor se concentró en ese costado.
La lesión de Uche
¿Problemas? Soluciones. El fútbol tiene mucho que ver con la vida, sobre todo en los imprevistos. Da igual cómo planifiques tu futuro a corto o medio plazo, siempre hay variables que no puedes controlar. En su día, la lesión de Somma fue un palo durísimo para un Deportivo que estaba en su mejor momento de la temporada. La baja del italiano trastocó por completo los planes de FV y se llevó por delante muchas de las certezas que sostenían a aquel equipo Sin demasiadas opciones en la plantilla, Fernando apostó por retrasar a Peru. Luego, Peru se lesionó, levemente, aunque a estas alturas lo leve sea perderse 3 o 4 partidos, como poco.
Recientemente, casi coincidiendo en el tiempo, apareció otro nombre: (la mejor versión de) Uche Agbo. Con el nigeriano en el campo, el Deportivo recuperó solidez en el medio y mucho criterio. Sin embargo, poco le duró: ante el Tenerife tuvo que ser sustituido, sufre una distensión de los ligamentos posteromediales de su rodilla, y ya no volverá a jugar hasta la próxima temporada. Evidentemente, es una baja muy, muy sensible. ¿Qué truco realizará ahora Fernando?
Borja Valle MC
De entrada, como ya hiciera contra la Ponferradina, Fernando Vázquez ubicó a Borja Valle en el lugar de Uche, de mediocentro. Y cuajó. Siempre bien colocado, rindió defensiva y ofensivamente. Si algo tiene el técnico de Castrofeito es que conoce a las mil maravillas los perfiles de sus jugadores: sabe lo que puede darle cada uno. A Valle, además de extremo, ya lo habíamos visto de punta e incluso de lateral, lo que no nos imaginábamos era que pudiese actuar como pivote.
Durante los más de 70 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, Valle demostró buena colocación, pero sobre todo, mucha precisión en sus entregas (98%). De sus 51 pases, 50 fueron acertados. Al principio, sin complicarse, tocando fácil, y poco a poco, creciendo con el paso de los minutos. El ex del Oviedo consiguió darle fluidez al juego e incluso realizó 5 interceptaciones. Su gran reto ahora es darle continuidad a esta gran actuación.
En un momento en el que el compromiso parece estar sobrevalorado, el berciano volvió a demostrar que futbolísticamente puede gustar más o menos, pero es un profesional con todas las letras. Siempre está al servicio del equipo.
Las combinaciones y el talento individual
Ager Aketxe, Gaku Shibasaki, Emre Çolak… Cuando el Dépor junta en tres cuartos a peloteros de ese calibre, pasan cosas. Contra el Tenerife, el equipo coruñés tuvo posesiones largas de balón en campo rival. Y lo más importante: no fueron posesiones inertes, se traducían en llegadas y ocasiones de gol.
Además, curiosamente, el de Tenerife fue el partido de la temporada en el que menos balones perdió el Dépor (solo 68, cuando su media anda en torno a los 100 por partido). De hecho, ninguna de esas pérdidas derivó en ocasión directa del rival. De las 3 ocasiones tímidas del Tenerife, dos llegaron en jugadas elaboradas y una a balón parado. No es casualidad. El Dépor supo qué hacer con balón y cómo actuar sin él.
El factor mental
“Ahora mismo veo que va a ser dificilísimo ganarnos. Luego la competición nos pondrá en nuestro sitio, pero tengo un pálpito y creo que vamos a ser el mejor equipo del tramo final”, decía Richard Barral por el mes de mayo. Y, hasta la fecha, su premonición no ha sido ni mucho menos errónea. En la mejora del Deportivo hay mucho de pizarra, hay mucho de físico… Pero también hay mucho del factor mental. Da igual los golpes que reciba el equipo, nunca se va a la lona. En diferentes contextos, pero resiste. En cualquier otro momento, el penalti de Mujaid hubiese sido el adiós al partido, el mazazo definitivo. No ahora. No para este Dépor.